Plaza de Toros de Villacarrillo.
Más de tres cuartos de entrada en tarde agradable.
Toros de la ganadería de Buenavista que sustituían a los de Torrehandilla – Torreherberos, inmovilizados por una orden judicial. Bien presentados, de juego desigual destacando especialmente el sexto. El quinto fue premiado con la vuelta al ruedo.
Sebastián Castella (Turquesa y oro) Oreja tras estocada entera y oreja tras pinchazo y estocada casi entera.
Miguel Ángel Perera (Turquesa y oro) Oreja tras pinchazo hondo y dos orejas y rabo tras estocada, premiado con vuelta al ruedo del toro
José Carlos Venegas (Blanco y oro) Dos orejas, tras estocada contraria y oreja tras estocada y dos descabellos.
Una sola corrida de toros pero una gran tarde por parte de los toreros, que no de los toros. Bien es cierto que anunciada en el cartel estaban los hierros de Torrehandilla y Torreherberos y tras el contratiempo surgido en estos días, han sido toros de la ganadería de Buenavista los que han saltado al ruedo de Villacarrillo.
A la corrida le faltó la fuerza y la raza, a excepción del que cerraba el festejo, muy bravo y con mucho por torear. Tanto a ese como a su predecesor inexplicablemente se les pidió el indulto desde un sector del público. A los dos toros, a los dos, y eso da mucho que pensar porque a poco que se entienda de toros no se puede pedir un indulto a un toro que tras un derechazo sale disparado como un cohete buscando las tablas tal y como hiciera el quinto. A ese precisamente se le premió con la vuelta al ruedo sin venir a cuento porque la emoción en el quinto no la puso el toro, sino Perera, que se pegó un arrimón y desplegó un dominio absoluto con la muleta de lo que supone el toreo de cercanías.
El extremeño no vino a Villacarrillo a pasearse.Una gran dimensión ante dos toros con limitadas posibilidades por falta de fuerza, si bien en ambos dejó derechazos de mucha profundidad y sobre todo destacar los dos arrimones que pegó en cada uno y que pusieron la plaza en pie.
Venegas en el último tuvo delante al toro de la corrida. El de mejor juego y mejor condición,con mucho motor. El más bravo a fín de cuentas.Brindó el toro al veterano crítico taurino Ángel del Arco, oriundo de Villacarrillo. Inició la faena de muletas por veneguinas. ¿Qué es eso? Un inicio de faena consistente en clavar el estoque en el centro del ruedo y tras de él citar al toro con la muleta cogida por detrás como si de una Bernardina se tratáse. Lo hizo Venegas por primera vez en Jaén el 15 de octubre de 2011.
Pues bien, tras iniciar por veneguinas puso la plaza en pie, por lo novedoso y emocionante del momento. Luego el toro exigió mucho y puso a Venegas ante una prueba que superó si bien es cierto que el toro y la faena acabaron yendo a menos. El tercero no fue fácil, pero Venegas puso de su parte y exprimió al límite su valor.
Castella se topó con el lote de menor posibilidad de la tarde. El primero no tenía ni fuerzas ni ganas de embestir, desarmando continuamente los engaños. Se puso tobillero en el final de la faena y así era difícil estar ahí y sacar una labor lucida. El cuarto era un mulo regordío al que se hinchó de dar pases por aquí y por allí sin apenas trascendencia.
Antes del paseíllo una integrante de la banda de música le preguntó a Perera ¿Cúal pasodoble quieres que te toquemos? ¡Puerta Grande! Contestó con rotundidad el pacense. Y así fue, sonaron sus acordes mientras él toreaba al segundo de la tarde y al concluir el festejo por la puerta grande se marchó la terna.
