Mucho se ha escrito y se ha dicho en torno a la corrida de toros celebrada el pasado 28 de agosto en Linares. Una fecha fundamental dentro de la temporada taurina provincial. De un lado por ser el día grande de la feria linarense – San Agustín-, pero especialmente porque la historia de Linares quedó marcada por siempre aquel 28 de agosto de 1947 cuando Manuel Rodríguez “Manolete” fue prendido por el toro “Islero” de Miura en su ruedo, falleciendo horas después.
Por tanto, la fecha adquiere un significado y una connotación especial. Llegado ese día conmueve oír los sones del pasodoble “Manolete” al abrirse el portón de cuadrillas e iniciarse el paseíllo para luego detenerse al llegar a las rayas del tercio para honrar a la memoria del torero cordobés bajo un silencio que impresiona y que siempre se rompe con un espontáneo, natural y sincero grito que sale de los tendidos y proclama un ¡Gloria a Manolete!
Así volvió a suceder hace unos días, sólo que durante el paseíllo fue constante la ovación que el público dedicó a Curro Díaz. El torero de Linares asumió un compromiso consigo mismo, con su profesión y sobre todo con su tierra en el día más importante para los linarenses.
Curro Díaz protagonizó la gesta de lidiar seis toros en solitario en tiempo récord. No estaba previsto, pero el cúmulo circunstancias que desembocaron en la no comparecencia de sus compañeros de cartel – Morante de la Puebla y José María Manzanares- se saldaron con su encerrona en solitario.
Y Curro Díaz cosechó un éxito importante en lo artístico tras cortar un total de cinco orejas y atravesar la puerta grande aupado por sus paisanos. Por su gente. Un mérito que todo el mundo reconoce y quedará para la historia. Pero dentro de esta tarde tan importante del torero de Linares en el Coso de Santa Margarita no hay que dejar atrás la importancia y la profesionalidad de todos los toreros que le acompañaron en este día.
Porque su cuadrilla habitual hubo de ser ampliada a contrarreloj, buscando la forma de completar el total de profesionales necesarios para poder afrontar una tarde que inicialmente estaba prevista para una terna de matadores y que acabó de esa forma.
Y en este contexto hay que resaltar un hecho que quizás haya pasado inadvertido, pero tiene una connotación especial. De entre todos los banderilleros y picadores, así como los dos sobresalientes que intervinieron, el pasado 28 de agosto hicieron el paseíllo un total de ocho toreros jiennenses. Posiblemente un caso único en la historia más reciente del toreo en la provincia de Jaén.
No fue fácil recopilar a banderilleros y picadores con disposición y solvencia para afrontar una tarde así, pero se logró. Por esto justo es reconocer el mérito de todos esos profesionales y sobre todo se hace necesario poner en valor a los toreros de Jaén que pusieron de su parte para que la encerrona de Curro Díaz fuera una realidad.
En total, un matador de toros, cuatro banderilleros y dos picadores junto al propio Curro Díaz pusieron el acento jiennense a esta tarde de toros que ha marcado lo que llevamos de temporada.
El linarense David Sánchez “Saleri”, ocupó uno de los dos puestos destinados a los sobresalientes. Con alternativa tomada en Ibros en 1998, sobresaliente días antes en la plaza de Bilbao, acabó haciendo el paseíllo en el Coso de Santa Margarita en el día grande de su localidad natal.
Junto al jiennense Juan Carlos García, matador de toros en su día y actualmente banderillero fijo en la cuadrilla de Curro Díaz se añadieron los también jiennenses Joselito Rus y José Juan Ramírez “El Fari”, quien poco a poco se va haciendo un hueco como banderillero en corridas de toros.
Tres banderilleros de la capital jiennense actuando en una misma corrida de toros. Un hecho insólito hasta el momento en el presente Siglo XXI y muy poco probable tiempo atrás, habida cuenta que escaseaban los banderilleros de la ciudad de Jaén activos de forma simultánea y que tuvieran oportunidad de actuar en corridas de toros.
Como banderillero también intervino Víctor del Pozo, natural de Beas de Segura y que constituye un caso singular. Tras iniciarse como recortador e incluso ganar el campeonato de España de jóvenes promesas en Zaragoza hace unos años, decidió abrirse camino banderillero profesional y ha ido progresivamente haciéndose un hueco hasta figurar en la cuadrilla de Enrique Ponce en esta última temporada.
Y a caballo dos nombres propios dentro del ámbito de los picadores: Andrés Nieto, de Vilches y Agustín Collado, experimentado picador forjado en el campo bravo de Jaén.
A todos estos profesionales jiennenses, nuestro sincero reconocimiento por su gesta en el Coso de Santa Margarita en la pasada feria de San Agustín.
