Comentarios de la feria taurina de San Agustín de Linares
Por Salvador Santoro
Tras sesenta y cinco años regentando el coso de Santa Margarita la Empresa Balañá – tres generaciones y, luego, por extensión la casa Matilla -; se afrontaba la edición 2013 de la Real Feria de San Agustín de Linares, con la necesidad de encontrar un empresario que diera continuidad a una organización de tanta solvencia en el mundo de los toros y que tuvo, durante tan prolongada gestión, muchas luces y bastantes sombras.
Con cierta premura, se hizo cargo de la explotación de nuestra plaza (por tres años, renovable), RB Producciones Taurinas, con un hiperactivo Juan Bajo, como consejero delegado, asistido por un cualificado y entusiasta equipo de colaboradores.
Inmersos en una situación socio-económica crítica y con el calendario a la contra (las fechas grandes cayeron entresemana), los organizadores optaron por programar dos festejos mayores (una corrida menos que otros años). Felizmente recuperado el tradicional desencajonamiento (sin celebrarse desde 2005), tuvo como prólogo una interesante y “necesaria” – hay que apostar por los nuevos valores – novillada sin picadores, del hierro de Giménez Indarte, que embistió con clase.
A remate, se ha conseguido motivar a la “quemada” afición linarense y su amplia zona de influencia, apostando por la captación de abonados (incrementándose en 1000, los 800 existentes) a base de fuertes descuentos (de hasta el 40%) en el precio de las localidades, siendo muy asequibles las destinadas a desempleados, jóvenes y jubilados. El público – ante tan sustancial rebaja – ha respondido de forma positiva, cubriendo en tres cuartos y la mitad (dos tardes) el aforo.
También, la empresa, ha cuidado mucho la presentación del ganado a lidiar, subiendo ostensiblemente el nivel en cuanto a “trapío” (lámina y pitones). Muy pareja, con hechuras y de buen juego, en general, la de Zalduendo (excepcional resultaría el cuarto) y “seria” y con cuajo la de El Ventorrillo, destacando segundo y sexto. Los de Hermanos Sanpedro, para rejones, descastados. Sirva como significativo apunte, que no se ha devuelto ni desechado ningún astado, evitando el lamentable “baile de corrales” de antaño.
En el haber de la empresa, además de lo ya reflejado, resaltar la alta implicación y éxito en distintos actos culturales y actividades divulgativas relacionadas con la Tauromaquia, a saber: exposiciones (de sumo interés la titulada: “Paseíllo Literario”); el merecidísimo homenaje al centenario y entrañable fotógrafo taurino, Francisco Cano “Canito”; exhibiciones de toreo de salón; presentaciones, coloquios y concursos en las redes sociales con obsequio de entradas y otros regalos. Igualmente, se habilitó una antigua dependencia en el patio de caballos como “Rincón Taurino”, ágora de profesionales y aficionados. Hacía mucho tiempo que no se “hablaba de toros” con tanta pasión en nuestra ciudad. Buen síntoma.
En el debe de los organizadores, dos cuestiones fundamentales. Primeramente, la demandada inclusión – de principio – del valeroso matador de toros, David Gil, que – tras el aplazamiento – tampoco pudo reforzar la anunciada corrida mixta, al parecer, por problemas burocráticos. Confiemos, que en próximas ocasiones se contará, con el referido torero y, también, con los diestros locales de alternativa: Antonio José Lorite y David “Saleri”, que el día 31 ejercía de sobresaliente de espada. En segundo lugar, reprochar la “descompensada” sustitución de Diego Ventura, primerísima figura del toreo a caballo, por el voluntarioso pero inexperto Manuel Manzanares.
En cuanto a las decisiones del equipo presidencial – respetables siempre aunque a veces no compartidas -, disentir en la no concesión de indulto al “bravísimo” toro marcado con el número 26, de nombre “Robalo” y 496 kilos de peso, de la ganadería de Zalduendo, lidiado en cuarto lugar por Enrique Ponce, la tarde del 28 de agosto. Además de su docto criterio, el Usía, debió valorar las tres circunstancias que han de concurrir para, de manera excepcional, perdonar la vida a una res:
a) Que sea solicitado mayoritariamente [en este caso fue unánime] por el público.
b) Que lo solicite el diestro [Ponce lo hizo] a quien haya correspondido la lidia…
c) Que muestre su conformidad el ganadero… [Fernando Domecq, lo demandaba].
Las tres condiciones sine qua non que previene el Art. 60 del Reglamento Taurino de Andalucía, en materia de indulto, se cumplieron. Como premio se le dio la vuelta al ruedo. A mi ver – por ética y por genética – mereció morir de viejo en la finca. Craso error, Sr. Presidente.
Del resultado artístico pormenorizado – que ha rayado a gran altura -, tienen cumplida información en esta página Web, JAÉN TAURINO, por ello limitaremos el comentario a lo más destacado.
Una vez más, Enrique Ponce dictó una lección magistral en un auténtico “faenón”, por ambos pitones y con pases de todas las marcas con una técnica y elegancia prodigiosa e inmejorable. Disfrutó e hizo vibrar a los espectadores, a tal punto, que escucharía el segundo aviso toreando – ¡y de qué manera! – al encastado y bravo “Robalo”. Lástima de animal, irreparable pérdida.
Por su parte, Curro Díaz (triunfador numérico), protagonizó una inspiradísima y artística faena de muleta – plena de enjundia y sabor – al primero de su lote, al que cuajó también con el capote y “reventó” con la tizona.
Injustamente negada, en su primero, la segunda oreja, José María Manzanares estuvo sensacional en ambos. Alejandro Talavante, deleitó toreando con el percal en templados lances a pies juntos, quite por gaoneras y remate con brionesa. La flámula le “voló” al natural, como a pocos.
También, Adrián de Torres, estuvo valentísimo en su meritoria presentación, dándolo todo incluso siendo cogido de lleno, por dos veces, al ponerse en mitad de la “vía” y ser arrollado. El mal manejo de los aceros le privaría de más trofeos.
De los novilleros, sobresalió el desparpajo y torería de Carlos Aranda y el buen corte de Daniel García, de Vilches.
Por último, la nueva empresa, se ha ganado y merece un margen de confianza. Le deseamos suerte y larga vida en Linares, a mayor gloria de la Fiesta Brava y de nuestro pueblo.