Plaza de Toros de Linares. Coso de Santa Margarita
Más de media entrada en tarde agradable.
Toros de Benjumea. Bien presentados, de juego desigual, destacando el tercero, de nombre “Volandero”,nº 34 de 492 kilos. Fue devuelto el segundo, saliendo un sobrero del mismo hierro.
- Curro Díaz (Verde botella y oro) Oreja y ovación
- David Fandila “El Fandi”(Azul pavo y oro) Oreja y ovación
- José María Manzanares (Nazareno y oro) Dos orejas tras aviso y ovación
Si el 28 se abrió la puerta grande y el 29 también, ayer llegó Manzanares y la descerrojó. En esta feria con cierta facilidad se puede abrir porque el público todo lo pide y el palco se torna generoso. Ayer, hasta el tercero se llevó una vuelta al ruedo casi que porque sí, que el toro no fue para tanto.
Pero Manzanares llegó e hizo la faena más maciza de la Feria. Curro Díaz podía haberle acompañado en su salida a hombros de no ser porque la espada se le encasquilló sucesivamente en el cuarto. Una pena, porque el linarense, que venía sustituyendo a Talavante, había firmado muletazos importantes estando muy por encima de un toro ciertamente insulso y muy soso. El primero atisbaba esperanzas sobre el resto de la torada, pero la cosa fue a menos. Aún así, Curro consiguió momentos de altura ante ese toro, llenos de torería y buen gusto.
“El Fandi” puso sobre la mesa todas sus cartas: espctáculo, emoción y entrega. Le sirvió para hacerse con un trofeo del segundo, pero ante el quinto, casi nada se podía hacer, sólo intentarlo e insistir y entre medias arrancar algún muletazo.
Manzanares con la faena de hoy se ha posicionado como favorito al prestigioso Trofeo Manolete. Muchas virtudes en su toreo, en su interminable toreo de muleta. Alargando siempre el muletazo, ya fuera por la derecha, ya fuera toreando al natural, hasta el infinito y más allá. Supo sacarle todo el partido posible a “Volandero” (el nombre me lo chivaron a la salida, porque es complicado hacerse con un orden de lidia o encontrar alguno a la entrada del Coso…), toro que de salida en el capote iba de aquí para allá, muy suelto. Manzanares estuvo inmenso y su cuadrilla, sensacional. En los dos toros se desmonteraron.
El que ponía epílogo a las tardes- noches de toreo a pie en la Feria de Linares se aplomó sobre sí mismo y no pudo hacer nada el de Alicante. Cuando montó la espada bajo la noche linarense el reloj de mi móvil marcaba las 22:13…
