«Despacio, como planean las águilas seguras de sus presas. Despacio, virtud suprema del toreo. Despacio, como se apartan los toros en el campo. Despacio, como se doma un caballo. Despacio, como se besa y se quiere, como se canta y se bebe, como se reza y se ama. Despacio.» Dejó escrito aquel caballero en plaza que fue Don Álvaro Domecq y despacio, muy despacito que es como en el toreo deben hacerse las cosas, en Jaén se está gestando un movimiento en pro de la fiesta de los toros.
Ha sido en Baeza, con su asolerado Círculo Taurino al frente, donde se ha puesto la primera piedra para que cuente Jaén con una Federación Taurina propia, a imagen y semejanza de otras tantas como existen esparcidas por nuestra piel de toro. ¿Tiene sentido? Indudablemente sí, y yo añadiría que es necesario contar con un organismo así en nuestra provincia. No es descabellado si nos paramos a observar que de un confín a otro de nuestra tierra más de una cuarentena de entidades taurinas de aficionados hacen mantener y pervivir la desbordante pasión al toro que existe en tierras del Santo Reino.
En la sede del Círculo Taurino baezano se dieron cita no hace mucho algunos miembros de grupos representativos de aficionados de diversos puntos de la provincia,entre ellos el Círculo Taurino de Jaén que preside mi amigo y compañero Antonio Luis Gómez. Ni estaban todos los que son, ni son todos los que estaban. Al menos, ese primer acercamiento, ilusionante y orientativo, ha sido suficiente para dar el primer paso. Mucho camino hay que empezar a recorrer para dar forma a una iniciativa que podrá aportar mucho taurinamente a nuestro Jaén, provincia siempre alejada de todo, ignorada y sumida practicamente en el conformismo. Por eso precisamente es tan importante este movimiento que supone la unión de muchas voluntades en una misma dirección. Este proyecto servirá sin lugar a dudas para impulsar la tauromaquia en Jaén, y más aún ahora que desde el pasado mes de febrero forma parte del patrimonio cultural inmaterial de los jienenses tras haber sido aprobado por el pleno de la Diputación Provincial.
Mientras escribo estas líneas miro de reojo una imagen de la Gala Taurina de Castilla y León, en Valladolid. Aparezco junto Santiago Martín “El Viti” y francamente, tengo la sensación de haberme colado en la foto por todo lo que este figurón representa. Aquello fue con ocasión de un galardón literario taurino que recibí de manos de su Federación Taurina. Si en Jaén pudiéramos contar pronto con una organización similar, capaz de engrandecer la tauromaquia del modo en que allí lo hacen y yo tuve la suerte de vivir, sin duda lo firmo ahora mismo. Mi apoyo total a esta unión de aficionados en Jaén.
Publicado hoy en la columna «Navalcardo» del Diario Viva Jaén
