Hoy, teniendo por escenario la plaza de Pegalajar, Manolo Fuentes va a dar un paso adelante en su carrera. Quedan atrás dos o tres años que ha vivido muy intensamente en esto del toro. Su periplo en el escalafón inicial de los que empiezan en el toreo ha sido casi meteórico para como están las cosas hoy día.
Natural de Belmez de la Moraleda, un pueblito de Sierra Mágina que en los últimos seis años ha contado siempre con un festejo para noveles en sus fiestas de agosto, quizás esta circunstancia fuera determinante para aficionarse a los toros y sin duda lo ha sido aún más con el paso del tiempo pues gracias a este festejo montado año tras año por Rus y Peco él tuvo la oportunidad de debutar en público y torear cada verano. Su pueblo siempre volcado con él, lo ha seguido allí donde ha toreado.
La tarde de hoy cierra una etapa y abre una nueva, donde las cosas quizás no vengan tan fáciles, y para ello no hay más que ver que el líder del escalafón de novilleros suma una decena de paseillos a día de hoy.
Ni él mismo se hubiera imaginado que llegaría a debutar con picadores cuando en sus primeros años de estudiante de Peritos se le pasó por la cabeza la idea de hacer un programa taurino en la radio de la universidad que por entonces se estaba montando. Venir a estudiar a Jaén fue su pasaporte para intentar ser torero.
Frecuentó la Escuela Taurina, se decidió a matricularse y sus primeros pasos coincidieron con el cambio de rumbo que tomó la Escuela en manos de Joselito Rus junto con Antonio Sutil. Lo que eso supuso se traduce en los muchos carteles de toros que anuncian su nombre desde entonces hasta hoy.
Su caso debe ser el espejo en el que deben mirarse sus compañeros de la Escuela. Su debut esta tarde es un premio para él, pero también una inyección de satisfacción para la Escuela Taurina de Jaén por ver lo que han logrado partiendo totalmente de cero.