Por José Luis Marín Weil
Justo ahora, hace un mes, vivíamos intensamente nuestra feria de San Lucas cada uno como buenamente puede o prefiere. En lo taurino casi no nos hemos dado cuenta por lo efímero del asunto ya que tan sólo un festejo fue lo que se ofreció. La crónica del mismo ya quedó escrita en su día y no es momento ahora de recordar el resultado artístico de la única corrida que hubo por San Lucas.
Si es momento, y debe serlo, para volver a sacar a la palestra un tema que antes, durante y después de la feria estuvo en boca de muchos aficionados. Fue objeto de debate en las tertulias e incluso se habló de ello abiertamente en la presentación del Pregón Taurino por parte de Ángel del Arco: la posibilidad de cambiar de fecha la feria taurina de Jaén.
Esto no es nuevo porque es un tema del que se ha hablado muchas veces. Siempre ha estado ahí. Pero este año este debate se ha reabierto con más fuerza que nunca y en el seno de las entidades taurinas de Jaén se ha hablado de ello muchísimo.
Si hace unos días la Plaza de Toros de Jaén ha estado en boca de gran parte de la sociedad jiennense tras haber hecho pública Ecologistas en Acción su propuesta de reconvertir el Coso de la Alameda en un espacio multiusos, creo que este otro debate que concierne al mismo recinto debe igualmente ser conocido por la sociedad y no quedarse reducido al círculo de los aficionados a los toros. Porque a fin de cuentas es el nombre de la ciudad de Jaén el que se situa al principio y al final.
Llevamos ya bastantes años en que la propuesta taurina al llegar San Lucas queda reducida a un par de festejos, llegando al límite este año con tan sólo una corrida mixta. Esta situación produce que surjan las comparaciones con otras poblaciones de la provincia que ofrecen más carteles.
¿Cómo se ha llegado a esta situación? Sencillamente por un cúmulo de factores taurinos y extrataurinos. Los propiamente taurinos vienen derivados de aquellos que participan profesionalmente en el espectáculo -en el negocio en sí- que se ofrece. Hay figuras del toreo que no quieren venir a Jaén en octubre, y de hecho algunos en esas fechas ya se encuentran en América.
En el campo para esas fechas, tal y cómo se viene montando la feria en estos últimos años, cuesta encontrar un lote de toros completo para cerrar un cartel. Porque en la elección del mismo mandan los toreros y su entorno más que el empresario que los compra.
Por otro lado se añade que hay toreros que por desgracia caen en heridos en algunas de las ferias que se celebran en septiembre, que son muchas.
Y otro factor, bastante importante y significativo, es el hartazgo al que ha llegado el público y la afición de Jaén. Y hago esta distinción porque una cosa es el espectador de ocasión que acude a la plaza de toros al llegar la feria y otra es aquel que lo hace porque verdaderamente es aficionado a los toros y sigue el desarrollo de la temporada. Llegado a este punto habrá quién piense que en Jaén no hay afición a los toros, pero la realidad demuestra que en pocos años hemos llegado a tener hasta seis asociaciones taurinas en la capital a día de hoy, y todas ellas funcionando activamente.
A nivel extrataurino, contamos con una feria que se hace bastante larga y que se celebra en octubre, con posibilidad de lluvia y frío, haciendo muy desapacible presenciar una tarde de toros por mucho que así haya sido en Jaén toda la vida. Casi diez días de feria son muchos días y al final el bolsillo se resiente. Una entrada de toros por norma general suele ser cara y con lo que se puede pagar en la taquilla, más de uno tiene para hartarse de cubalibres en el ferial.
Por todo ello y por mucho más desde las propias asociaciones taurinas se viene debatiendo concienzudamente si modificar nuestro calendario taurino y pasarlo a junio, con nuestras fiestas de la Virgen de la Capilla, patrona de la ciudad.
Hay opiniones para todos los gustos. Y argumentos más que razonables para pensar que junio sea una fecha más propicia para dar toros en Jaén ofreciendo una cartelería más abundante.
Admito que yo tengo serias dudas en torno a este cambio. Me cuesta imaginar una feria de San Lucas sin toros, más aún viendo que todas las grandes figuras del toreo de todas las épocas torearon en Jaén al llegar el mes de octubre y algún año incluso pasadas las fechas de la feria por aplazarse los festejos por inclemencias meteorológicas.
Sea como fuere, este tema debe llegar a la sociedad. En Jaén se celebran habitualmente actos abiertos a la opinión, el debate y el diálogo. Este tema nace de la preocupación de los colectivos taurinos de Jaén por conservar la temporada y evitar que nuestra feria de San Lucas se siga debilitando en lo taurino, por lo que considero propicio que este asunto trascienda más allá de lo estrictamente taurino y sea tratado socialmente porque una feria sin toros podrá ser feria, pero desde luego será menos feria. Y en Jaén no estamos para seguir dejando pasar trenes y desinflar parte de nuestra identidad.
*Publicado también en www.enjaendonderesisto.es