David Olivares toreando al natural al que cerraba plaza
Plaza de Toros de Jaén. Coso de La Alameda
Más de media entrada.
Dos erales de y dos añojos de Hnos. Collado Ruiz – El Cotillo. Bien presentados y de juego desigual.
Carlos Ojeda (Tabaco y oro). Oreja
Manuel Fuentes (Rosa palo y oro) Dos orejas
Pepe Viedma (Azul pavo y oro) Palmas tras dos avisos
David Olivares (Nazareno y plata con remates negros) Oreja tras aviso
*Carlos Ojeda recibió el Trofeo a la Mejor Faena que concede la Asociación Taurina de Aficionados Prácticos de Jaén
Quedaba el remate de feria con la tradicional novillada en Homenaje a la Mujer Jaenera, tradición que en los últimos años se había perdido por la falta de previsión de las empresas que han ido pasando por la plaza de Jaén.
Tras muchos años, volvían a hacer el paseíllo en esta fecha los noveles de Jaén. Apuntamos esta circunstancia porque años atrás, frecuentemente, eran cordobeses y granadinos los que toreaban este festejo. No los de aquí.
Afortunadamente ahora sí hay cimientos en Jaén para sacar nuevos toreros. Hay vocaciones toreras en la capital y provincia y sobre todo la Escuela Taurina de Jaén goza de mejor salud.
Por megafonía se anunció que se guardaría un minuto de silencio en memoria del Maestro “Antoñete”, fallecido la tarde anterior y que firmó hace una década un faena gloriosa en ese mismo ruedo. Ni el paseíllo se detuvo, ni el público guardó silencio por “Antoñete”, triste fallo el que se ha cometido. Desde aquí, sugiero a la plaza de toros que de una vez por todas se dote al Coso de una megafonía en condiciones.
Entrando en materia, iniciaba el festejo el almeriense Carlos Ojeda. En una etapa anterior fue alumno de la Escuela jiennense. Llegó entonces a Jaén “con lo puesto”, como el mismo decía. Su ilusión por hacerse torero le hizo dejar su casa y fijar aquí el punto de partida de sus metas. Hoy hacía el paseíllo y a la vez cumplía su ilusión de torear en una plaza con mucho significado para él.
Con mucho oficio, técnica y sentido de la lidia ha presentado sus cartas ante un novillo con mucha sosería. Una faena de gran dimensión que no ha sabido valorar un público bastante frío en el primero de la mañana, y que se emborronó con la espada.
Manuel Fuentes volvió a ser el torero poderoso que se pudo ver en Jaén hace un mes . Hoy su quinta actuación en público y la progesión es notable. Firme en el capote, con la muleta logró importantes derechazos. En banderillas, al igual que sus compañeros, le falta algo de eficacia en la reunión, no así con la espada, donde por lo que hemos visto, de momento es certero.
Pepe Viedma tiene mucha clase toreando. Con el capote se estira en la verónica y lancea con gusto, mientras que con la muleta dejó varias tandas de mucha calidad. Compone muy bien, le baja la mano y lleva muy largo al animal. Al ubetense se le ha ido un triunfo importante con el estoque y el descabello.
Cerraba cartel el jiennense David Olivares, que de salida recibió con dos afarolados continuando toda su labor con ese punto de estado de alarma permanente en que basa su toreo. Un terremoto que se atemperó bastante más que el primer día. Le sobran las ganas y la voluntad, pero quizás eso mismo es lo que le haga distorsionarse a la hora de poner en práctica el toreo fundamental. Tiempo hay para ir trabajando.
Así transcurrió este festejo que no era otra cosa que una clase práctica. Valorar o criticar más en profundidad la labor de los cuatro alumnos, carece de sentido pues apenas están empezando.
Los cuatro novilleros participantes junto a miembros de la Asociación Taurina de Aficionados Prácticos de Jaén, tras conceder el Trofeo a la Mejor Faena.
Fotos: José Cisneros