Plaza de Toros de Jaén. Coso de La Alameda
Novillada “Homenaje a la Mujer Jaenera”. Media entrada en tarde agradable
Tres novillos de “Los Ronceles”(1º,2º,3º) dos de Jiménez Pascuau (4º y 6º, que fue premiado con vuelta al ruedo) y uno de Torreherberos (5º).Destacó especialmente el sexto.
Tras el paseíllo las entidades taurinas de Jaén (Club Taurino “Tendido 1” , Círculo Taurino de Jaén “Paraíso Interior”, Asociación Taurina de Aficionados Prácticos de Jaén y Peña Taurina “Oliva y Oro”) hicieron un reconocimiento a la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén por la labor tan fructífera que han desarrollado en estos dos últimos años.
Carlos Ojeda (Tabaco y oro) Dos orejas
José Cabrera (Grana y oro) Oreja
Samuel Ortiz (Azul pavo y oro) Dos orejas
Manuel Fuentes (Tabaco y oro) Una oreja tras aviso
José Ángel Fuentes (Grana y oro) Dos orejas
David Olivares ( Berenjena y oro) Dos orejas y rabo
No había terminado de dar la vuelta al ruedo David Olivares al término de la novillada cuando un tropel de chiquillos inundó el ruedo del Coso de La Alameda. Una inexplicable y agradable invasión infantil que acudió al brillo de los alamares de los cuatro novilleros a los que acompañaron en la triunfal salida a hombros. Esta imagen positiva es la que queremos de la Fiesta de los Toros y precisamente ver a niños invadiendo el ruedo, acercándose a los toreros e incluso dibujando lances al viento, bien podría hacernos pensar en un ilusionante futuro que choca frontalmente con la realidad taurina de Jaén. Ya saben: una feria salvada taurinamente in extremis.
El almeriense Carlos Ojeda, alumno de la Escuela de Jaén, hoy ha vuelto a demostrar que está más que preparado para dar el salto a las novilladas picadas.Le sobra capacidad y resolvió con solvencia la papeleta.
Almeriense también era el segundo novillero de la tarde, José Cabrera, quien tiró de ganas y ambición y que sorprendió al querer colocar el tercer par sentado en una silla, algo que en esta misma plaza hiciera el matador navarro Sergio Sánchez ante un Miura en 1995. Gran novillo el que le cupo en suerte, del hierro de “Los Ronceles” y que puso en un serio aprieto al banderillero “El Vidi” al tomar las tablas.
Samuel Ortiz, de la Escuela de Málaga se la jugó en el inicio de faena al apostar fuerte por recibir al novillo de rodillas desde los medios. Al estar el novillo aculado en tablas el malagueño se vio obligado a desplazarse de rodillas hasta allí y una vez se arrancó el novillo lo hizo con violencia y rompió a embestir. La faena resultó algo intermitente por los enganchones.
Manuel Fuentes recibió toreando a la verónica de rodillas, algo que llamó la atención. Con el capote ofreció un quite muy intenso en réplica a su compañero y ya con la muleta se fue hasta los medios para iniciar la faena con un pase cambiado muy emocionante. El novillo, que se desplazaba e iba largo permitió a Fuentes torear con mucha profundidad en la muleta, con muchísima suavidad.Su hermana volvió a acompañar con su voz el toreo de Manolo, fusionando dos artes como son el flamenco y el toreo. La espada le privó de un triunfo mayor.
El quinto era el más violento, buscando las piernas de José Ángel Fuentes en reiteradas ocasiones, y poniendo en aprietos al granadino, que tiró de oficio. El público protestó sonoramente que la Banda no se decidiera a interpretar su repertorio hasta el punto de perderle la atención a lo que estaba sucediendo en el ruedo, precisamente en el novillo más complicado del festejo. Esto da que pensar.
Sorpresón muy grande en el que ponía fin a la novillada. Si bien inicialmente estaba previsto que fueran cinco novilleros y cinco novillos, por decisión de los propietarios de “Los Ronceles” se acordó que el novillo que iba de sobrero se lidiáse por parte de un alumno de la Escuela de Jaén y ante esa circunstancia David Olivares casi sin darse cuenta se vio haciendo el paseíllo en la Plaza de Jaén. Este detalle fue muy bien acogido por el público y a la postre fue el jiennense quien se llevó el gato al agua al convertirse en el máximo triunfador del festejo. Un torero con un registro muy amplio ya que recibió con cuatro largas cambiadas al novillo, hizo un quite al alimón junto a Carlos Ojeda y tras brindar al cirujano Antonio Palacios fue capaz de torear con la muleta con un empaque, un poso y una torería que sorprendió a todos. Toreó de forma extraordinaria a un novillo no menos extraordinario del hierro de Jiménez Pascuau. Una faena muy intensa que culminó de la forma más explosiva: tirándose a matar sin muleta.
David Olivares, con su salida a hombros en compañía de sus compañeros ponía fin a una temporada que para la Escuela Taurina de Jaén ha significado una progresión en cuanto a resultados y objetivos que se han logrado a base de esfuerzo y mucho sacrificio. La pena es que sus recursos sean limitados y la ayuda que se le ofrece muy escasa.
Foto: Juande Ortiz
