Plaza de toros de Linares. Coso de Santa Margarita.
Un tercio de plaza.
Toros de Fermín Bohórquez, de juego desigual, tercero y sexto como sobreros.
Fermín Bohórquez: oreja y ovación tras aviso.
Pablo Hermoso de Mendoza: oreja y oreja.
Diego Ventura: dos orejas y palmas de despedida.
El primer toro que lidió Fermín Bohórquez fue un ejemplar con nobleza y sosería, pero que permitió al rejoneador realizar una labor con mucha sobriedad y clasicismo, en el centro del ruedo donde se había emplazado el animal. Tras un certero rejonazo, paseó una oreja. Al cuarto lo recibió en la puerta de chiqueros, y puso banderillas con mucho poder ante otro animal falto de movilidad. Podría haber cortado otro apéndice pero falló con el rejón de muerte y s actuación fue ovacionada.
Hermoso de Mendoza realizó una faena muy vibrante al segundo y que llegó mucho a los tendidos, toreando pegado a las tablas con Manolete, y con la transmisión de Ícaro que puso la plaza en pie. Podría haber obtenido el doble trofeo, pero la colocación trasera del rejón de muerte se lo impidió. En el quinto, el navarro logró otra buena en la que destacó especialmente un quiebro a favor de querencia, los quiebros con Dalí o el par de banderillas cortas colocadas a dos manos a lomos de Pirata. Tras matar al segundo intento, cortó otra oreja.
Diego Ventura no lidió ninguno de sus dos toros titulares, el primero debido a la descoordinación que manifestaba y el segundo por falta de fuerzas, y en su lugar, salieron dos sobreros del hierro titular. El primero de ellos fue un ejemplar que salió con muchos pies, pero que se fue viniendo a menos durante la lidia, sin impedir por ello el triunfo de Ventura. El rejoneador tiró de recursos para lograr una buena faena, en la que el caballo Ordóñez tuvo momentos de mucha transmisión. Acertó con el rejón de muerte y cortó las dos orejas. El sexto fue un toro al que le costó entregarse de salida, y terminó perdiendo las manos en varias ocasiones. Ventura tiró de cuadra, y sacó a Pegaso que templó perfecto, o a Remate con el que logró colocar de forma espectacular las banderillas cortas al violín. Falló en repetidas ocasiones con el rejón definitivo, lo que le impidió sumar, al menos un trofeo más.
Crónica de Marisa Fernández / Cultoro.com
