Que La Carolina anuncie toros por su Feria de mayo es positivo. Sobre todo si tenemos en cuenta que carece de plaza fija en su casco urbano (diferente es que exista la de Orellana Perdiz en su término municipal) y que en los últimos años su ayuntamiento siga apostando por anunciar toros llegada la ocasión.
Un pueblo, recordemos, que ha dado tres matadores de toros: «Parrao», Vicente Perucha y Miguel Ortas, quien reside actualmente en México y es el decano de los matadores de toros de la provincia de Jaén, aunque aquí francamente su figura y trayectoria sea prácticamente desconocida.
Pero sobre todo La Carolina es tierra ganadera por antonomasia, por todas las ganaderías cuyas reses pastan en terruño carolinense o alrededores y consecuentemente todos los ganaderos y personal de campo oriundos de allí.
De Apolinar Soriano precisamente será el ganado que se lidie los dos días en La Carolina. La corrida del domingo, plato fuerte, tiene el aliciente de anunciar en el cartel a Juan Ortega. Matador de toros enraizado con Jaén a través de su familia, de tradición ganadera. Compartirá cartel con «El Cordobés» y «El Fandi».
Y el sábado, una becerrada. Importante que se apueste por los jóvenes valores porque son los toreros del futuro, pero hay un detalle que no debemos pasar por alto: de los becerristas anunciados ninguno es de Jaén.
Esta circunstancia, motivada por lo que sea, es una pena habiendo como hay actualmente una decena de novilleros y becerristas en la provincia de Jaén. Una hornada de jóvenes de entre los cuales al menos uno bien podía haber sido incluido en este festejo y cumplir un papel digno. Cuesta entender que se desaproveche este ocasión, algo que no debe volver a repetirse porque igual que sucede con los matadores de toros, si los becerristas jiennenses no torean en su provincia ¿Dónde lo harán?
