Hoy es domingo de ramos.
En el momento de escribir estas líneas habré visto pasar desde mi terraza el inicio de la amplia procesión de la Santa Cena y la Caridad a su paso por mi calle.
Y en estos momentos habré visto por televisión como Uceda Leal ha cortado una oreja en Las Ventas tras hacer el paseíllo justo en el día en que ha perdido a su padre y en el ruedo uno del Puerto de San Lorenzo le haya atravesado el muslo en un “tabacazo” de veinte centímetros.
Hoy es domingo de ramos y veo los toros de Madrid porque no puedo ver toros en Jaén. A los aficionados de Jaén nos han dejado sin toros en una fecha tan emblemática de la temporada taurina de nuestra ciudad, la que marca el inicio de la misma.
Las desavenencias de la empresa y la propiedad las acabamos pagando los aficionados, y así las cosas tendremos que ver toros por televisión o coger la carretera para ver en otros sitios lo que no podemos ver aquí.
Ya me quejaba, ya lo decía días atrás en este mismo espacio: aquí nadie se queja, aquí nadie dice nada y así nos va.
Que hoy no tengamos toros en la plaza de Jaén es vergonzoso y a la par indignante. Sólo lo impide la falta de ganas y compromiso, quizás, de quienes tienen en sus manos que aquí se den toros. Con esta actitud se demuestra una enorme falta de afición.
Decir, se ha dicho de todo. Me han llegado a decir que la semana próxima, el sábado próximo pretendían dar toros en Jaén con toros de la tierra y algún que otro torero de la tierra, rebajando la categoría de una tarde de toros que aquí siempre, o casi siempre, anunció a las figuras.
Y decir, se decía desde el mes de noviembre que José Tomás haría el paseíllo esta tarde en Jaén. Desde entonces me han dado el coñazo por activa y por pasiva. Algunos me decían de memoria terna y ganado. Ja, ja y ja. Hoy me río yo de todos ellos. A alguno le daré yo ahora el coñazo cuando me lo encuentre por la calle, y de paso un pescozón para que escarmiente.
Lo dicho, que hoy es domingo de ramos, fecha de inicio de semana santa y temporada taurina. En la calle las cofradías procesionando y en La Alameda, la plaza de toros cerrada a cal y canto. Y para colmo, un tarde espectacular para ir a ver los toros.
