Plaza de toros de Jaén. Primera de Feria. Entrada muy pobre. Primero y sexto de la Dehesilla y los demás de José Luis Pereda, bien presentados, nobles pero sosos y sin transmisión.
Salvador Vega: (Champán y oro con cabos negros) oreja y ovación.
Alberto Lamelas: (Turquesa y oro) ovación tras aviso y oreja.
José Carlos Venegas: (Azul rey y oro) oreja tras aviso con petición de la segunda y ovación
La tarde se presentaba interesante en el Coso de la Alameda de Jaén, con la presencia de dos toreros de la provincia Alberto Lamelas y José Carlos Venegas, que estaban acartelados junto con el malagueño Salvador Vega. Con este cartel, escaso fue el público, que se congregó en la plaza, para poder contemplar el cartel.
Los toros de José Luis Pereda, estuvieron muy bien presentados, pero a su juego le faltó transmisión, y abundaron en la sosería, lo que no fue inconveniente para que cada uno de los diestros consiguiera cortar una oreja.
En primer lugar, Salvador Vega se ha encontrado con un noble ejemplar de la ganadería de La Dehesilla, que le ha permitido mostrarse muy variado con el capote, tanto en el recibo como en el posterior quite en el que destacó el remate a una mano. Con la franela, dejó Vega muletazos de mucha ligazón y calidad con la mano derecha, bajando algo la faena cuando lo intentó al natural. Bonito y estético fue el remate genuflexo antes de coger la espada, que tras una estocada la permitió cortar una oreja.
Otra labor muy templada, con calidad y el estética fue la que ejecutó frente al cuarto de la tarde. Consiguió hilvanar los muletazos de mano baja llevándo al animal con ambas manos. Otra faena de peso de Salvador Vega, que pasó bastante desapercibida para el público, que tras media estocada, saludó una ovación.
Alberto Lamelas estuvo muy entregado tanto con el capote, como con la muleta en sus dos faenas. En la primera perdió un trofeo tras fallar con los aceros, pero antes había conseguido crear una labor muy templada, que comenzó de forma vibrante con un pase cambiado en el centro del ruedo. Faena de mucho temple y entrega, y que finalizó acortando las distancias.
Frente al quinto toro de la tarde, Alberto Lamelas volvió a entregarse y a conectar con los tendidos rápidamente, cuando cogió la muleta con mano derecha. Aprovechó las buenas embestidas del toro, su repetición y movilidad, para ligar varias tandas que tuvieron calidad. Después volvió a acortar las distancias y a situarse entre los pitones para terminar su labor. Al entrar a matar, en la segunda ocasión, resultó prendido por el pitón del toro, aunque sin mayores consecuencias y cortó una oreja.
José Carlos Venegas buscó la atención del público, ejecutando un pase muy vistoso que consistió en clavar la ayuda en el albero y ejecutó una serie de manoletinas. Realizó una faena muy larga en la que abundó el toreo en la cercanía de los pitones y mató de una estocada cortando una oreja. Se le pidió una segunda pero el presidente no la concedió.
El sexto no tenía apenas opciones, ya que se paró, y al que le faltó darle distancias. José Carlos Venegas, se colocó entre los pitones, haciendo un alarde de valor ante un marmolillo. Ante las protestas del público se vio obligado a abreviar, y saludó una ovación tras la estocada caída.
Crónica y fotos de Marisa Fernández