Plaza de Toros de Linares. Coso de Santa Margarita.
1ª de abono de la Feria de San Agustín. Más de media entrada en tarde agradable.
Toros de “Torrehandilla”-”Torreherberos”, de juego desigual, destacando especialmente el segundo.
- Rivera Ordóñez “Paquirri”:(Tabaco y oro) Silencio y ovación
- Manuel Jesús “El Cid”:( Rosa palo y oro) Dos orejas y ovación tras aviso
- Miguel Ángel Perera: (Azul pavo y oro) Dos orejas y palmas
Al llegar las cuadrillas al tercio, el paseíllo se detuvo y la plaza en pie enmudeció durante un minuto para honrar a la memoria del torero, el héroe caído, aquella fatídica tarde del 28 de agosto del 47. Un ¡Gloria a Manolete!, rompe el silencio y todos recuerdan al torero cordobés.
Una escena que se repite cada 28 de agosto. Más de sesenta años después los toreros no matan la corrida de Miura en Linares. Este año, la primera de abono, venía de muy cerquita, de Vilches. Una ganadería del campo bravo jiennense daba inicio a la Feria de San Agustín. Eso es noticia, pues los hierros de la provincia apenas lidian en su tierra, y menos en las ferias de postín, como siempre fue la de Linares.
Por esta circunstancia había cierto interés por ver la corrida de Torrehandilla-Torreherberos. Los toros criados en “La Marquesa” hicieron partir la tarde en dos: la primera, más entretenida, la segunda, mucho menos.
El Cid tuvo para sí el mejor toro de una tarde que empezó muy tarde: a las 19:30 de la noche ni más ni menos. Con ese toro logró grandes momentos, muy especialmente toreando al natural, su gran baza si bien el pitón bueno, el que ofrecía toreabilidad (como ahora suele decirse) era el derecho. Dos orejas a ese toro y la primera puerta grande de la Feria ya estaba abierta. En su otro toro algunos muletazos destacables dentro de una faena muy larga, muy extensa. Para él fue el único aviso de la jornada.
Perera derrochó ganas toda la tarde. Con el capote se estiró en un quite muy vistoso en el que combinó tafalleras y gaoneras, calando hondo en el tendido. Pretendía comenzar su faena en los medios, citando de lejos para pasárselo por detrás. El toro se negó, no arrancaba ante la llamada del extremeño y finalmente hubo de desistir en su intento, por lo que hubo de irse hasta las rayas del tercio y desde ahí, por el derecho ir sacándolo a los medios. Con la izquierda consiguió muletazos muy buenos, pero al toro le fallaron las pilas, se paró y Perera se adentró entre los pitones para arrimarse y sacar lo que se pudiera. Estocada y otras dos orejas en la tarde.
El que cerraba plaza no le dio para mucho, pero aún así estuvo firme. Con el descabello marró en el intento hasta en cuatro ocasiones.
Del primero de Rivera Ordóñez, primero de la feria…ninguna historia que contar, salvo que anduvo manseando y buscaba el quitarse de enmedio. Lo intentó ante el cuarto, pero no pasó de voluntarioso. La gente pidió con insistencia que pusiera banderillas, y para complacer, accedió a ello y todos tan contentos.