Jaén Taurino

El Planeta de los Toros desde Jaén

Crónicas

Lluvia de trofeos en el inicio de San Lucas

Plaza de toros de Jaén. Coso de La Alameda.

Domingo 12 de octubre de 2025. Más de media entrada en tarde agradable.
Toros de Juan Pedro Domecq (1º,2º y 6º) y Jandilla (3º,4º y 5º). Premiado con la vuelta al ruedo el quinto, “Marmolista-9”

DAVID FANDILA EL FANDI Nazareno y oro Oreja y dos orejas y rabo
ALEJANDRO TALAVANTE Grana y oro Orejas y dos orejas
BORJA JIMÉNEZ Verde soraya y oro Dos orejas y dos orejas

Hasta diez orejas y un rabo se concedieron en el primer festejo de abono de esta feria de San Lucas que tuvo un resultado absolutamente triunfal en su final con la salida a hombros de la terna actuante.

Un cartel conformado por el veterano Fandi convertido ya en el matador que más paseíllos ha realizado en esta plaza acompañado de Talavante y de Borja Jiménez que se presentaba en el coso de la Alameda y convenció con su toreo.

La imagen final de los tres diestros a hombros bajo los sones de “Puerta Grande” acompañados por la chiquillería jienense arrojándose al ruedo es el reflejo de la tónica de esta temporada en el que la gente joven se ha enganchado al toreo con fuerza. Toda una esperanza para el futuro de la fiesta que debe venir acompañado de una alta formación en materia taurina, no lo olvidemos.

Inició el festejo con un despeje de plaza inusual en Jaén e impropio de una plaza de segunda categoría: a caballo asomó una pareja vestida de traje corto campero pero no luciendo el jubón negro propio de la vestimenta de los alguacilillos. EL detalle fue comentado en el tendido entre los aficionados más cabales. Desconocemos el origen del por qué sucedió esto, ya que nunca en Jaén había pasado esto en una corrida de toros.

Saltaron al ruedo tres toros de Juan Pedro Domecq y tres de Jandilla. Del hierro de Garcigrande inicialmente anunciado en el cartel quedaron los toros como sobreros

El ganado permitió la brillantez de la corrida llegando incluso a una improcedente petición de indulto jaleada por la propia cuadrilla de Talavante a ojos de quien se diera cuenta, actitud que se vuelve a repetir por San Lucas y que se hace necesario reprochar porque esto no es una plaza de talanqueras. Y precisamente esto es lo que ve ese nuevo público joven que se acumula el tendido 7 que está aprendiendo a ver toros sin personas mayores les instruyan.

Sumaba El Fandi su paseíllo número veintiuno como matador de toros en la plaza de Jaén, a la que regresó con la misma entrega de siempre, sin dejarse nada atrás y dando un espectáculo completo en todos los tercios de la lidia. Con hasta cinco largas cambiadas recibió a su primero, para luego llevar por chicuelinas al paso al toro hacia el caballo y posteriormente realizar un quite por chicuelinas. Tras un explosivo tercio de banderillas volvió a hincarse de rodillas para iniciar la faena de muleta que se basó casi toda en el derecho, realizando un toreo templado para no soliviantar las fuerzas del toro. Por el izquierdo toreó más acelerado. Tras un feo metisaca, cobró una estocada que cayó baja.

Recibió al cuarto, de Jandilla, de forma vistosa toreando directamente por chicuelinas. Después formaría un alboroto en banderillas, especialmente por el alarde facultades ya que varios de sus pares cayeron traseros. El tercero, al violín, lo hizo sosteniendo en la mano el sombrero Canotier del pequeño alumno de la Escuela Taurina de Jaén Leo Saenz de Tejada, con el que El Fandi lograría parar al toro corriendo marcha atrás. Y cómo sería la cosa que pidió colocar un cuarto par y el presidente Lope Morales accedió a ello.

Volvió a repetir la clásica escena en Jaén del brindis final de temporada a la cuadrilla. Inició con muletazos rodilla en tierra con cierta plasticidad, para luego enjaretar dos tandas de toreo templado y posteriormente entregarse por completo a un público totalmente fervoroso. Ahí El Fandi tiró de recursos, repertorio y creatividad. Mató de estocada entera y le concedieron los máximos trofeos que paseo por el ruedo jiennense, guardando hasta el final el rabo que fue a parar a Antonio, un niño de La Carolina seguidor de este torero que en la contrabarrera del 8 vivió con intensidad este festejo, entre lágrimas de emoción, y seguro nunca olvidará el gesto que tuvo con él su ídolo.

Talavante volvió por sus fueros y nos recordó al torero que ansiamos volver a ver. Así sucedió en el quinto, con una faena para el recuerdo. El toro, que previamente había salido de najas en el tercio de varas y no quería pelea, rompió a embestir ante la muleta de Talavante, con una embestida interminable por el derecho concluida con un cambio de mano de los que hacen crujir a las plazas. Acto seguido engarzaría una tanda entera por el derecho con muletazos invertidos sin moverse, con los pies totalmente quietos para acabar la faena con unas ceñidas bernardinas. Ya para entonces alguna voz comenzó, sin venir a cuento, a pedir un indulto que no procedía ni tenía justificación. Eso sí, el toro fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Mató de estocada tendida y necesitó un golpe de descabello, siendo premiado finalmente con las dos orejas.

En su anterior, un toro de notable condición, Talavante toreó acelerado por momentos.

Y debutó en Jaén con nota muy alta Borja Jiménez. Entró por la vía de la sustitución y vino a Jaén con una actitud intachable desde el primer minuto. Suyos fueron los lances de capote de mayor empaque y compás. Faena inteligente, bien estructurada y medida la de su primero, dándole siempre espacio y tiempo al toro entre tanda y tanda para torearlo poderosamente muleta en mano por ambos pitones ya que el toro tenía las fuerzas justas y Borja Jiménez anduvo muy inteligente con él. Estuvo hecho un cañón con la espada.

Con el que cerraba plaza inició Borja Jiménez con un torero estático, a pies juntos en los mismísimos medios de la plaza. Luego vendría un toreo reposado y desmayado, profundo en el trazo del muletazo y estéticamente muy bello. Toro de mucha calidad el que puso fin al festejo, por cierto bajo los sones de un pasodoble entre épico e histriónico tremendamente raro y excesivamente largo que sinceramente no pegaba con la gran faena que estaba cuajando Borja Jiménez y que bien merece volver a ponerlo en Jaén nuevamente.

 

Foto: Tauroemoción

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