Realmente veintisiete años, para ser exactos. Todo ese tiempo ha transcurrido desde aquel 12 de marzo de 1995 en que José Tomás hizo el paseíllo y recogió una ovación, cerrando el cartel de un festival a beneficio del banderillero y antiguo conserje de la plaza – ya fallecido- Joselito Marín. Compartió el paseíllo acompañando a Víctor Mendes, Miguel Rodríguez, el diestro de Arjona Fernando Cámara, Rafael González “Chiquilín”, Javier Vázquez y los novilleros Chamón Ortega y “Romero de Córdoba”.
Ningún cartel acredita aquella primera y única actuación de José Tomás en la Plaza de Toros de Jaén, sencillamente porque hizo el paseíllo sustituyendo a Víctor Puerto que por entonces también era novillero con picadores. Conviene recordar este dato que forma parte de la historia taurina de Jaén porque resulta desconocido e incluso ha caído en el olvido de quienes presenciaron aquel festejo. Yo estuve aquel día y lo recuerdo.
Al término de aquella campaña José Tomás tomó la alternativa en México, país trascendental en su carrera taurina, iniciándose una trayectoria que con el tiempo adquirió una dimensión estratosférica. La temporada del 98, con sus salidas a hombros en Las Ventas, impactaron y fue entonces cuando lo pude ver, especialmente en las plazas de Puerto Banús y Marbella, pero paradójicamente nunca en nuestra provincia a pesar de torear en Andújar, Linares, Úbeda, Villacarrillo…
Por diversas circunstancias nunca se anunció en Jaén, donde a muchos toreros les cuesta un esfuerzo llegar a nuestra Feria de San Lucas, la que culmina la temporada taurina española. Ahora, cuando nadie lo esperaba hará el paseíllo en el Coso de La Alameda y se presentará con casi treinta años de alternativa (Rafael de Paula sigue ostentando el récord en ese sentido).Lo hará dentro de las fiestas de la Virgen de la Capilla, por junio, fecha que siempre fue taurina en el calendario de nuestra temporada. Lo hará con cuatro toros y en solitario. Pero sobre todo, lo hará poniendo a nuestra ciudad en la cúspide del planeta de los toros y saldando una deuda con la afición jiennense, que nunca hasta ahora ha podido ver en el Coso de La Alameda, de luces y como matador de toros, a una de las figuras más grandes de la historia del toreo.
