Crónica de un viernes
Me levanté bastante tardé porque llegué a casa casi a la hora en que mi hermana se iba para los Maristas. Habíamos salido de ronda, siendo una de esas noches en que te enorgulleces de portar la beca verde sobre tu pecho y tener por compañeros a gente así de formidable. Siete becas verdes y uno con medias blancas. Pasón de noche la de anoche.
A prisa y corriendo tiré para la calle Federico Mendizábal, calle Mesones de toda la vida de Dios. A tope con la Cope que un año más y van cinco saca los micros a la calle y monta la radio visual que permite al jiennense ver lo que está oyendo. ¿Por qué? Por movilizar a los jiennenses a que se acerquen con productos no perecederos para el Banco de Alimentos y de esta forma cooperar con una iniciativa necesaria y que hace tanto bien. En estas fechas muchas familias desgraciadamente no tienen la suerte de tener la nevera y la despensa llena. Tampoco los inmigrantes que han llegado hasta aquí desde muy lejos en busca una recogida de la aceituna con la que poder ganarse un dinero. Triste realidad.
Calles y cuestas de Jaén que voy dejando atrás a toda cebolla bajo una lluvia cansina y un frío que no es de los otros días. Llegó al portal de la radio y me encuentro a la gente volcada con el V Maratón Solidario de la Cope.
Saludo a Filo, incansable como siempre. Me reencuentro con Manolo Contreras, que poco a poco se va reponiendo del accidente que sufrió con la moto y que lo tiene en dique seco. Miro al interior y veo mano a mano a Ángel López y Antonio Agudo comandando la situación. Entro y deposito mi aportación a la causa al igual que muchísima gente ha ido haciendo a lo largo del día. Desgraciadamente no puedo quedarme en ese momento y tiro rápido para la redacción de Viva Jaén.
Paso por el escaparte de la nueva tienda de Navarro en la Carrera y se me van los ojos detrás de los jamones, las latas de conserva y sobre todo los quesos. Menudo muestrario…impresionante aquello.
Llego al periódico y allí no hay ni las águilas, bueno sí, se encuentra Laura y Miguel Ángel, que me abre la puerta y conozco en ese mismo instante. Me voy de cabeza al ordenador y encuentro en Burladero.com el titular que no quería leer: lo de Barcelona prospera y sigue adelante. Se me escapa un susmuertos inevitable y me pega un bajonazo emconional que pa qué. Ea, se veía venir y al final lo han conseguido.
Me indigno y me cabreo. Realmente de poco me sirve y me resigno a pasar el resto del día con semejante noticia reconvertida en tema de conversación para el resto de la jornada. Con todo eso a cuestas nos vamos hasta el Juleca no sin antes pegarnos un buen rato intentando salir de la ciudad con la que está cayendo.
Llegamos por fin, al sitio, esperamos al resto de compañeros y cuando por fin andamos por allí todos los habidos y por haber a excepción del Director y de Contreras, a sentarse y a comer.
Entre pecho y espalda me aplico una lubina en defensa propia (que diría mi padre) todo ello en un ambiente fenómeno donde Jaén y sus circunstancias y el periodismo y sus circunstancias son temas de conversación.
Bien entrada la tarde regresamos a la ciudad, o al menos lo intentamos, porque la carretera invitaba a recordar a «Perlita de Huelva» cantando «Precaución amigo conductor». La senda era peligrosa.
Todo el agua que no ha caído en un año nos lo hemos tragado hoy. El aire soplando como cuando se voló la cubierta de la plaza de toros. Toda la chatarrería de las obras del tranvía, los contenedores y todo lo que uno pueda imaginarse, volando de aquí para allá, por los suelos,roto…
Y en esas que consigo regresar a la cita con la radio en la calle en la últina hora del V Maratón Solidario de Cope Jaén. 10 horas en directo al pie del cañón.
Ángel López me cede unos minutos para hablar de toros y Antonio Agudo me pone en suerte el tema de Barcelona.Mi desencanto, mi tristeza al respecto es más que manifiesta. Al menos me consuelo viendo innumerables bolsas llenas de comida que han sido aportadas por la gente de Jaén. Un 10 para mis paisanos.
Eso si que es una iniciativa que me agrada, que merece la pena, no la iniciativa de Barcelona. ¿Querer prohibir la libertad de las personas en pleno siglo XXI? Una barbaridad.
Foto: César Carcelén