Tres orejas de poco peso.
Plaza de toros de Jaén. Coso de La Alameda.
Más de media plaza en tarde agradable.
Dos toros de “El Torero” (1º y 6º) y cuatro de Román Sorando (2º, 3º,4º,5º) Mal presentados, de desigual, y mansurrones en conjunto.
Enrique Ponce: (corinto y oro) silencio tras dos avisos y saludos tras aviso.
Curro Díaz (burdeos y oro) palmas y oreja.
David Fandila “El Fandi” (champán y oro con remates negros) oreja y oreja.
Es triste decirlo, pero es pura realidad: el día de San Lucas, taurinamente ha sido una sombra de lo que fue. La gente no acudió en masa a la plaza, como antaño. La tarde no termino de ser redonda y los toreros no salieron en volandas de la plaza, que no es que fuera algo obligatorio en una fecha así, pero sí tradicional.
“El Fandi” se llevó dos. Una y una. Curro Díaz una también, y sin dejar de reconocer el mérito de cuanto hicieron ambos dos, verdaderamente esos tres trofeos obedecen a la petición de un público que acude a la plaza el día grande con el ánimo de todo pedirlo y si hace falta todo protestarlo. Y así no es.
Se entiende que la gente vaya a la plaza a divertirse, a disfrutar, no a cabrearse, pero lo que no puede ser es premiar cualquier cosa, porque sin ir más lejos al Fandi se le dio una oreja por un toro que se echó tras un metisaca…
Sí, vale que el de Granada formase un alboroto en banderillas. Es cierto que tenía movilidad, que repetía en la embestida, que permitía al torero hacer, pero por Dios, ¡que la suerte suprema también cuenta!
Verdaderamente él se llevó el lote y supo aprovecharlo con creces. El resto de la corrida anduvo mucho por los suelos pues los toros eran aficionados al desplome. También a las tablas y sino que se lo pregunten a Curro Díaz que con el quinto tuvo que insistir mucho, obligarlo, someterlo porque al segundo muletazo quería quitarse de allí, marcharse para las tablas. A ese toro le endiñó un estoconazo tremendo y al otro algo de sus destellos, de su toreo se le pudo entrever.
Y Ponce se pasó de faena en el primero, tanto es así que pidió incluso a la Banda que repitiese el pasodoble, por cierto, el dedicado a Alfredo Margarito, crítico taurino de Diario Jaén. Lógicamente llegaron los avisos.
Del otro nada o poco que contar porque la faena era insulsa, sin trascendencia. Una faena que brindó como es habitual a la cuadrilla y que fue por cierto, la última de Mariano de la Viña y Antonio Saavedra en su cuadrilla.
Lo negativo de la tarde llegó con el percance del banderillero Carlos Pérez “Chicote”, que fue prendido en el tercero de la tarde cuando fue alcanzado. Pasó a la enfermería de la plaza siendo atendido por el Doctor Antonio Palacios, quien firma el siguiente parte: “Herida por asta de toro en cara externa del muslo derecho con dos trayectos, una de 8 cm hacia abajo y otro de 12 cm hacia delante que desgarra músculo cuadriceps. Pronóstico grave. Pasa a ser ingresado en la Clínica Cristo Rey”.