La Feria Taurina de San Lucas de 2009 ya ha comenzado y no precisamente porque haya tenido lugar el primer festejo del abono, no. Decimos que ya se ha iniciado porque ayer noche tuvo lugar el VIII Pregón Taurino de Jaén, pronunciado por el reconocido veterinario Don Antonio Marín Garrido.
El pregonero de la anterior edición, Don José Luis Buendía, profesor de literatura española de la Universidad de Jaén fue el encargado de presentar al pregonero de este año. José Luis Buendía hizo un recorrido por la personalidad y trayectoria profesional del pregonero, teniendo un emocionado recuerdo hacia la figura del padre de Antonio Marín. Resaltó la personalidad del protagonista, su pasión por la ciencia veterinaria, su dedicación al espectáculo taurino a través de su función como veterinario. También su servicio y entrega a la ciudad de Jaén.
Su intervención, su pregón sorprendió por lo inusual y creativo de acompañar las palabras con imágenes. Antonio Marín quiso ilustrar su participación con imágenes del pasado taurino de la ciudad de Jaén al tiempo que iba desgranando historias, datos y detalles muchos de ellos desconocidos por el público. Así pues, hizo por ejemplo alusión a la concesión de un privilegio hacia la ciudad de Jaén a cargo del Príncipe de Jaén, remontándose a la celebración de la Feria de Jaén que por entonces tenían lugar en agosto y el posterior traslado de las fiestas mayores a las fechas de octubre en que lo que se celebraba en la ciudad era una feria de ganado.
Hizo referencia a la afición taurina de entonces. También la plaza de toros, más que centenaria con que contó la ciudad de Jaén edificada con piedras del antiguo convento de Capuchinos y también habló del reglamento taurino de Jaén, propio de Jaén.
Posteriormente el paso de una plaza de toros, la antigua, hasta la actual, el Coso de la Alameda que hoy conocemos y en el que viviremos pronto las tardes de toros. Mencionó nombres de hombres y mujeres del pasado taurino de Jaén.
Sus vivencias siendo un crío, incipiente aficionado. Recordó como fue la única muerte que en la historia taurina de la ciudad hasta nuestros días se ha producido. Fue la de “El Señorito”, torero sevillano que murió días después de sufrir una cornada. Juan Tirado, torero de Jaén que encontró la muerte en el ruedo de la plaza de Úbeda, fue recordado igualmente.
Mención a los pasodobles taurinos de Jaén. Títulos como “Ramón Montes”, “Ragón Falez” o “Churumbelerías”, en la memoria de todos los jiennenses. Recuerdo hacia quienes fueran directores de la Banda de Música de Jaén: el Maestro Cebrián y el Maestro Sapena.
Fue emotivo el recuerdo hacia los jiennenses que han pisado los ruedos, algunos como Juan Tirado, Florentino Luque, Eduardo Ortega, Joselito Rus, Felipe Fernández o Manolo Sánchez presentes en el salón de actos. Especial fue el relato de sus vivencias junto a Juan Tirado, amigo desde la infancia.
Cerró el pregón aludiendo a lo que será la Feria Taurina de San Lucas 2009, en su deseo de poder todos presenciar tardes de gloria y de emoción para finalmente a modo de brindis dedicar el pregón a su padre.
El acto, que no contó con ningún representante de la empresa ni del ayuntamiento en la mesa presidencial registró una gran afluencia de público.
Entre los asistentes se encontraban Cristina Nestares y Alfonso Sánchez Herrera , concejales del Ayuntamiento de Jaén, el matador de toros Juan Tirado, el banderillero Joselito Rus, el director artístico de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén Florentino Luque, así como su Director, el novillero retirado y actual abogado Eduardo Ortega y el secretario de la misma, Manuel Díaz Meco. Tomás Martínez, presidente de los festejos de la Plaza de Toros de Jaén, al igual que Carlos Reig, quien ya el pasado año abandonó el cargo. Los críticos taurinos Ángel del Arco, padre e hijo. El apoderado Felipe Fernández, José Luis Rodríguez, de la Delegación del Gobierno, José Muñoz, de la Policía Autonómica, el aficionado práctico Antonio Palomo. La familia Gómez, como representantes del Círculo Cultural Taurino de Jaén “Paraíso Interior, fueron algunos de los presentes en el citado acto, que se prolongó posteriormente con el ofrecimiento por parte de la Sociedad Propietaria de un ágape a los asistentes en el restaurante de la plaza de toros.