Los toreros Universitarios
V Ciclo Taurino «Diego Rojano» de la UJA
Con un poco de retraso se inició la tercera de las conferencias y es que, como bien matizó Rafael Peralta Revuelta al presentar: «los toreros están acostumbrados a que un chófer los lleve a las ciudades en donde torean y claro, como ya no están en activo ,ningún chófer les ha traído hasta Jaén y por eso se han perdido hasta dar con la ciudad».
Con unos versos taurinos que recorrían de Valencia a Jaén, feria a feria la temporada taurina comenzó el acto Rafael Peralta Revuelta que siendo el desconocido de la terna arrancó los aplausos, y porque no decirlo, también los sentidos olés de los presentes metiéndose de lleno al público en el bolsillo. Su amistad com ambos diestros quedó patente desde el primer momento, ya que mostró conocerlos sobradamente, además de haber sido compañero de facultad de Fernando Cepeda.
El caso de Fernando Cepeda tiene mérito ya que abandonó los estudios a los catorce años para ponerse a trabajar y fue al cabo de muchos años cuando realizó las pruebas de acceso a las Universidad para mayores de veinticinco años. Cepeda dijo que el día en que se acercó a ver las listas de admitidos y pudo ver que era «apto», para él aquello fue algo tan grande como el día en que se doctoró en Tauromaquia.
Escogió Derecho por ser una carrera que le atraía y siempre le había gustado.Al igual que Dávila Miura, aseguró que en la convocatoria de diciembre siempre le resultó mucho más fácil aprobar.¿La razón? Simplemente que se trata del mes en que la temporada taurina cruza el charco y aquí en España todo está casi parado,por lo que siendo torero y universitario es el mejor momento para examinarse.
Contó que se encontró con numerosos profesores aficionados al llegar a la Universidades, y al tratarse de la Universidad de Sevilla muchos de ellos al mismo tiempo eran,han sido y son personajes con mucho peso dentro de la historia de Sevilla e incluso de Andalucía.Por poner un ejemplo, un profesor suyo fue José Rodríguez de la Borbolla.
Una de las anécdotas que relató fue la del día en que recogió unos apuntes de manos de un compañero, malhumorado, con cara de pocos amigos de forma que ni llegó a darle las gracias al compañero. La situación se produjo entre el propio Cepeda, el compañero que le cedía los apuntes y un tercero compañero de ambos, que al ver el comportamiento del torero de Gines dijo:
– Este no es Fernando,este es el que torea mañana en Sevilla.
Muy interesante resultó también la participación de Eduardo Dávila Miura, pues su situación es similar a la que en su día vivió su tío Sancho Dávila, que en los carteles se anunciaba «Sancho Álvaro», es decir, pasó de ser ganadero a enfundarse en un traje de luces con la importancia y el peso que sus dos apellidos tienen en la Tauromaquia.
Contó que quería estudiar Veterinaria, y que se quedó a poco de ello. Marchó a Córdoba a estudiar Biología, para luego poder convalidar con la Veterinaria y fue en aquellos tiempos cuando le entró el veneno y decidió dar el paso a vestirse de luces.
Anecdóticamente recordó como en una ocasión una dura asignatura le traía un poco asustado por su complicación y ya desesperado se decidió a visitar al profesor en horario de tutoría. Su sorpresa fue que el profesor le soltó «hombre torero, ya era hora de que te dejaras caer por aquí, que tenía yo muchas ganas de hablar de toros contigo» y el torero aprobó la asignatura.
Del mismo modo, y al ser Jaén una ciudad y una provincia donde ha toreado mucho, contó una anécdota desconocida que le sucedió en Jaén un día de corrida en que estaba anunciado junto a «El Califa» y «Eugenio de Mora» que se suspendió a causa de la lluvia. Resulta que Dávila Miura paseando aquella mañana con su novia de entonces pasó junto a su novia por una tienda de mascotas (supongo que será la de Snoopy, junto a la cárcel antigua) y allí ni corto ni perezoso se compró una perra salchicha que se la regaló a su mujer y la han estado criando y cuidando hasta que casualmente se le perdió tres días antes de venir a Jaén a dar la conferencia.
Para terminar, quiero contar otra anécdota, que le sucedió a Rafael Peralta Revuelta quien acudió en una ocasión a examinarse de la asignatura de Derecho del Trabajo al despacho del profesor en fecha distinta a la oficial, pues no había podido hacerlo. Al llegar se encontró que quienes allí estaban, acudieron al examen para subir nota mientras que por el contrario él, se disponía a repasar el examen como buenamente podía.
Llegado el momento, pasó al despacho y nada más entrar se encontró en una parte de la pared una foto de la faena de Emilio Muñoz al famoso toro «Jarabito» y en otra, una faena de Rafael de Paula en Madrid. El profesor le preguntó si le gustaban las fotos, y él respondió que sí, al tiempo que le reconocía al profesor el diestro,el nombre del toro, la ganadería, el escenario y el resultado de la faena. El profesor le puso un notable.
Como resumen puedo decir que a los asistentes le gustó mucho esta cita, del mismo modo que puedo decir también que los propios participantes han pedido repetir, y es que en el fondo, se ganaron la repetición.