Plaza de Toros de Jaén. Coso de La Alameda
2ª de la Feria de San Lucas. Casi media plaza.
Toros de Torrestrella, correctos de presentación. De buen juego en conjunto.
Rivera Ordóñez «Paquirri», oreja con petición de la segunda y oreja.
David Fandila «El Fandi», dos orejas y oreja.
Alejandro Talavante, oreja y saludos.
El mayoral salió a hombros acompañando a los dos triunfadores.
Al tomar la calle Tablerón se veía a la gente camino de La Alameda, muchos de ellos con la almohadilla bajo el brazo, signo inequívoco de que al menos algo de ambiente había. Por fin algo de ambiente taurino, porque ayer apenas nada y sólo queda un día para que se ponga fin a esta larguísima Feria de San Lucas cortísima en lo taurino.
Si hacemos alusión a la Fiesta de los Toros es porque consideramos ante todo el espectáculo taurino como una fiesta en sí. El público acude a la plaza para divertirse y si sale de la plaza habiendo visto un festejo en el que se cortan doce orejas y seis rabos mejor que mejor. Hoy en Jaén se han cortado tantas orejas como ayer, pero el resultado ha sido bien distinto. Dos de los tres a hombros, y el mayoral con ellos.
La corrida comenzó con el recuerdo a la memoria de Antonio Palomo, guardando un minuto de silencio. Él, entre otras cosas, fue asesor taurino de la plaza de Jaén durante un tiempo. Los aplausos me emocionaron, no lo puedo negar.
Torrestrella ha lidiado una muy buena corrida en Jaén. La de hoy, como la de ayer, animan en parte el estado de ánimo de esta afición. Exceptuando el sexto, el resto han tenido muy buenas condiciones.
Lo del Fandi con Jaén es de nota. Le salió un toro que parecía un coche teledirigido por el motor que tenía. No recuerdo haber visto un toro con tanta velocidad como ese, que de las prisas que llevaba encima llegó a pegarse un mochazo contra las las tablas del tendido dos. Fandi llegó a torearlo en redondo con el capote sin casi opción a desprenderse de él. El toro parecía un trompo.
Hizo todo y de todo. Torear de rodillas, de pie, correr por aquí y por allá con las banderillas, poner hasta un cuarto par. Por repertorio y disposición no será. El público una vez más con él
Rivera Ordóñez, «Paquirri» ahora en los carteles , estuvo bien pero pudo sacar más. No se puede ser tan conformista si se puede sacar más provecho y no se puede estar en la otra punta de la plaza, dedicándose a estar firmando autógrafos (cosa muy loable porque uno se debe a su público) mientras el compañero está toreando de muleta.
Y Talavante, que es torero muy querido en Jaén ha pasado algo de puntillas al final por no acertar en la suerte suprema, pero no obstante ahí quedó su labor con el capote, en un quite por gaoneras o en su toreo estático. Conste en acta algunos buenos naturales.
Así poco más o menos discurrió la corrida. Se pudieron cortar más orejas, pues el ambiente era propicio a ello, pero bien es cierto que no se puede premiar con orejas bajonazos infames y hoy los ha habido. En el palco hay que amarrar a veces bien los pañuelos blancos vaya a ser que se regale todo. Y otra cosa digna de análisis es que al inicio del festejo y con un toro en el ruedo sobrevolando el cielo de Jaén aparezcan dos parapentes anunciando lo que sea. No sólo se distrae el personal, cuadrillas y hasta el toro se acaban distrayendo. Y no es plan.
