El día de Navidad me lo amargaron a mitad de viaje. En medio del estrecho, en el barco entre Algeciras y Ceuta y por mediación del Twitter (más concretamente de @juareztoros) , tenía noticia de la decisión de la Cope de retirar «El Albero» de la parrilla.
Una decisión que no entiendo, sobre todo teniendo en cuenta los buenos resultados de audiencia, y que duele. Me duele porque desde hace un año he venido cubriendo la información taurina de la emisora de Cope en mi ciudad y por ello he tenido ocasión de intervernir en el programa nacional cuando ha sido preciso, haciendo de esa forma que los resultados de los festejos de la provincia tuvieran una trascendencia mayor. Me duele porque la pluralidad informativa taurina se restringe aún más (Onda Cero y Punto Radio no tienen espacios taurinos). Me duele porque supone un nuevo desprecio al periodismo taurino, especialidad infravalorada dentro del mundo periodístico, mucho más antiguo que el deportivo y exportado de España al resto de países taurinos. Y me duele igualmente porque supone un nuevo palo a la Fiesta de los Toros precisamente en el final de un año tan nefasto como ha sido el 2010.
No soy el único que lamenta el cierre de «El Albero». Muchos aficionados y oyentes se han quedado huérfanos de información taurina la noche de los domingos en la Cope y tanto es así que se ha creado un grupo en Facebook.
