El pasado 16 de mayo se cumplieron cien años de la fatídica tarde en que Joselito “El Gallo” perdiera la vida en la Plaza de Toros de Talavera de la Reina tras ser corneado mortalmente por el toro “Bailaor”, de la Viuda de Ortega.
Su figura perdura en la memoria de los aficionados y este del 2020 en principio era el llamado “Año Joselito”. Y así debe seguir siéndolo a pesar del Covid 19. Porque José Gómez Ortega, “Gallito”en los carteles fue, es y será uno de los toreros más importantes de la historia del toreo.
Su prematura muerte a los veinticinco años frenó una carrera prodigiosa. La de una torero que marcó un antes y un después en el toreo. Dentro y fuera de las plazas de toros.
Por todo ello se hace necesario recordarlo. E igualmente resulta interesante conocer su paso por Jaén y su provincia, en donde tuvo oportunidad de torear en bastantes ocasiones.
Linares fue la plaza en la que mayor número de veces hizo el paseíllo dentro de la provincia de Jaén con un total de nueve. En cinco ocasiones lo hizo en Úbeda y cuatro en las plazas de Baeza y Andújar, encerrándose con seis toros de Murube en esta última el 4 de julio de 1915.
En cambio en la vieja Plaza de Toros de Jaén fue precisamente donde menor número de veces actúo, ya que tan sólo fueron tres las ocasiones que tuvo para torear en la capital del Santo Reino.
Debutó en Jaén el 18 de octubre de 1913 con toros de Antonio Guerra alternando con el padre de “Manolete” y José Gárate “Limeño”. Se da la circunstancia que en ese festejo “Gallito” entró en el cartel sustituyendo a Juan Belmonte.
Al día siguiente la Plaza de Jaén sería escenario de un hecho histórico en la fiesta de los toros: por primera vez se concedió a un torero el rabo como trofeo. Fue al novillero malagueño “Larita” al que por cierto no sentó nada bien que le dieran el rabo del novillo sino todo lo contrario.
Volvería nuevamente “Gallito” a Jaén el 19 de octubre de 1915 para enfrentarse a toros del Marqués de Guadalest para compartir cartel con el único matador de toros gallego de la historia, Alfonso Cela “Celita”- que actuó solamente esa vez en Jaén- y Curro Posada que sustituía a Julián Sáinz “Saleri II”.
Ese festejo también tuvo un componente histórico ya que fue presidido por la Infanta Isabel de Borbón -conocida popularmente como “La Chata”-, que visitó la provincia de Jaén durante varios días y fue ampliamente agasajada.
La Infanta regaló una sortija a “Gallito” tras brindarle este la muerte del cuarto toro de la tarde, siendo la única vez que un miembro de la familia real ha asistido a un festejo taurino en la ciudad de Jaén.
Su última actuación en Jaén tuvo lugar el 19 de octubre de 1917 y aquel día se desató la locura en Jaén. La razón: compartió cartel con Juan Belmonte. Fue tal la expectación desatada ese día que hubo espectadores encaramados en los árboles de La Alameda llegando a partirse algunas ramas y caerse sobre el propio tejado del viejo coso de Jaén. En esa corrida se lidiaron toros de Alipio Pérez Tabernero y completaba la terna Julián Sainz “Saleri II”.