Plaza de toros de La Carolina (portátil)
Toros de la ganadería de Apolinar Soriano. Bien presentados y buen juego en general. Tres cuartos de plaza.
- Rivera Ordóñez “Paquirri”: (corinto y oro) silencio y dos orejas.
- David Fandila “El Fandi”: (grana y oro) dos orejas y dos orejas.
- Oliva Soto:(nazareno y oro) Silencio y dos orejas.
* Oliva Soto ha recibido el Trofeo «Vicente Perucha» a la Mejor Faena y Apolinar Soriano el Trofeo Alcalde, al triunfador, por el juego en conjunto de sus toros.
A pie de carretera, conforme vienes desde Guarromán, y tiras hacia la sierra camino del Centenillo, se enclavaba la plaza portátil que un año más por mayo acoge los festejos taurinos de la Feria de La Carolina.
La Capital de las Nuevas Poblaciones se merece una plaza de toros en condiciones. Por historia, por tradición, por población y por que sí. Lo he venido diciendo en público últimamente y a este reclamo se van sumando adeptos, si bien no son los mejores tiempos para que un ayuntamiento se embarque en semejante proyecto. Tiempo al tiempo, que lo hay.
Decía que se merece una plaza en condiciones por historia y tradición, y en ese sentido no es menos cierto que La Carolina se caracteriza por estar rodeada de ganado bravo en casi todo su término. Ejemplo de ello, Apolinar Soriano, carolinense él, quien hoy tenía una fuerte presión al lidiar una corrida en la feria de su pueblo. Puede respirar tranquilo Poli pues el compromiso adquirido con su pueblo y consigo mismo lo ha saldado con nota. Es más, el mayoral debería haber salido a hombros acompañando a la terna.
Nobleza y clase por virtud, falta de fuerza por defecto. Esto último es una constante en la cabaña brava, si bien quizás el piso de plaza condicionará que en no pocas ocasiones los toros perdieran las manos. El lote claramente se lo ha llevado “El Fandi”, que se ha hinchado hasta el punto de pedirle la prórroga a la Banda, que dirigía Janer trombón en mano al tiempo que Colás marcaba el compás con el bombo.
– Un bis, si no es molestia.
Parecía querer decir “El Fandi” cuando se dió tiempo a sí mismo al término de una tanda de derechazos y se dirigió hacia los músicos. En el quinto volvió a repetirse la actitud, por lo que llegado a este punto consideramos que al de Granada le gusta el acompañamiento musical.
Cuatro orejas en el esportón y la gente como loca. Rivera Ordóñez le puso voluntad y sobresalió en el cuarto, al torear con gusto por bajo. Una estocada entera y certera le valieron las dos orejas.
Oliva Soto firmó los pasajes de mayor calidad. Con el capote se estiró y toreó a placer, con la muleta dejó muletazos importantes y con la espada…regulero en el tercero, certero en el sexto.
Al margen de la lidia, hay que reprochar y condenar la conducta de un espectador que impulsado sepa Dios por qué…se arrojó al ruedo al término del segundo para llegar hasta “El Fandi”. Costó un mundo reducirlo y lógicamente hubo de ser expulsado de la plaza. Imagen bochornosa que empaña la fiesta e indudablemente una broma que al sujeto en cuestión le podrá salir bastante cara.
