Plaza de Toros de Jaén. Coso de La Alameda.
Media entrada en tarde agradable. Seis erales de «Los Rodeos», bien presentados, de buen juego, sobresaliendo primero y segundo.
Previo al inicio del festejo dio la vuelta al ruedo la Peña Taurina infantil «El Torito», promovida por la empresa RB Producciones Taurinas.
Carlos Aranda (Verde manzana y oro) Oreja
Fernández de la Torre (Blanco y oro) Dos orejas
David Olivares (Verde manzana y oro) Vuelta al ruedo
Daniel García (Verde botella y oro) Oreja
Leo Valadez (Verde botella y oro) Dos orejas
Pedro Gallego (Nazareno y oro) Dos orejas
El mejor final de fiesta posible a un fin de semana intenso. La novillada con la que se presentaba la ganadería jiennense de “Los Rodeos” en nuestra ciudad fue extraordinaria, tanto como para que los seis novilleros hubieran podido salir a hombros. Todo un descubrimiento el de este hierro que lidió en Jaén algunos ejemplares de un juego espectacular, ideales para un festejo de esta características.
Entre el juego de las reses, la predisposición de los novilleros y la importante respuesta del público, ayer se vivió una tarde bonita de esas que hacen afición y dan ganas repetir lo mismo al fin de semana siguiente.
De todo hubo, que es lo mejor que tienen las novilladas así. Novilleros más cuajados y toreados, otros algo menos pero con ganas. Variedad a raudales en todos los actuantes, banderilleros que destacaron por su labor y sobre todo un gran ambiente en un festejo donde siempre ha sido clásico que mujeres y niños tengan entrada gratuíta.
Abría el festejo Carlos Aranda, alumno de la Escuela de Baeza pero oriundo de Daimiel (Ciudad Real) .Estuvo muy bien, sobrado incluso, y se nota que debe ya dar el salto al escalafón superior. Realizó una faena bien cimentada aunque quizás le faltó un punto de conexión con los tendidos.
Buena impresión del murciano Fernández de la Torre, un novillero que salió con muchas ganas, queriendo hacer las cosas bien y que destacó especialmente por el temple con que toreó.
Importante dimensión del jiennense David Olivares, único alumno de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén que hacía el paseillo en este festejo, cuando lo normal años atrás es que el cartel estuviera formado mayoritariamente por alumnos de la Escuela. Se fue a la puerta de chiqueros y puso de manifiesto durante la lidia el valor espartano que gasta. Olivares lanceó con empaque en el capote y con la muleta se mostró mucho más maduro e inteligente en la cara del novillo. Gustó por su toreo profundo con la derecha. Se le fue el triunfo por su fallo reiterado al entrar a matar. Brindó al cirujano Rafael Fuentes.
Interesante la actuación de Daniel García, de Vilches, quien sumaba su tercer paseíllo en público ayer en Jaén y se mostró como un novillero a tener muy en cuenta. No daba la impresión de ser un novillero incipiente por la soltura con que se desenvolvía en la cara del animal. Al natural dejó muletazos sensacionales.
Leo Valadez, con diferencia, el más cuajado de todos. Novillero mejicano con mucho oficio, recursos, agilidad mental en la cara del animal, repertorio y torería. Muy vistoso en los quites con el capote y eficacia en el tercio de banderillas, siendo el único del sexteto en animarse a banderillear. Gran faena de principio a fin, en la que incluso se llegó a pedir el rabo. Nos recordó, y mucho, al Juli. Brindó al matador de toros Luis Miguel Encabo.
Cerraba el cartel Pedro Gallego, de Torreperogil, mostrándose con muchas ganas por triunfar aunque a veces sus propias ganas lo acababan desbordando. La gran embestida del novillo hizo que por el derecho pudiera cuajarlo y ofrecer varias series de muletazos notables. Brindó su novillo al empresario Juan Bajo
Al final, tres de los seis novilleros a hombros acompañados por el mayoral y una tarde muy positiva para fomentar la afición. Brillante epílogo a la Feria de San Lucas de 2013 en lo taurino.