Si la fecha del 18 de octubre se marca de forma especial en el calendario de los jiennenses, a lo largo de la historia este día siempre tuvo mucha importancia en la tauromaquia local. Por ser el día grande el 18 de octubre siempre se anunciaba el festejo de mayor calado e importancia en la feria de San Lucas.
Por ello, si repasamos la sorprendente historia taurina de la ciudad de Jaén encontraremos momentos significativos que incluso han pasado a los anales de la historia del toreo, marcando un antes y un después.
La primera alternativa de la plaza actual
En esta feria en la que Marcos Linares se ha convertido en matador de toros precisamente se han cumplido sesenta años de la primera ceremonia de alternativa que acogió el actual Coso de La Alameda porque ya en su predecesora se llevaron a cabo dos doctorados en los cientoonce años en que dicho recinto se mantuvo en pie.
Fue el torero carolinense Vicente Perucha el primer alternativado en la plaza de Jaén. De la mano de Pedro Martínez “Pedrés” y en presencia de Manuel Benítez “El Cordobés” se convirtió en matador de toros lidiando un encierro del Marqués de Domecq. Desde entonces y hasta la reciente alternativa de Marcos Linares el ruedo jiennense ha sido escenario de diez alternativas más.
Vicente Perucha falleció en su localidad natal, La Carolina, a los 70 años de edad el 22 de enero de 2008.
El primer rabo de la historia del toreo
Y más remoto en el tiempo y no el 18 sino el 19 de octubre de 1913 tuvo lugar un hecho anecdótico y casi simbólico que acabó institucionalizándose de forma universal para siempre. Y sucedió en Jaén, en el ruedo de su antigua plaza de toros hace ahora ciento diez años.
El crítico taurino Juan de Málaga – que curiosamente era jiennense de cuna- asistió al festejo y firmó la crónica de aquel hecho en la prensa taurina de la época, relatando años después en la legendaria revista El Ruedo que el novillero malagueño Matías Lara “Larita” tras protagonizar una actuación entre temeraria y burlesca, el público jiennense se lo tomó a guasa y comenzó a solicitar efusivamente los trofeos, y una vez le fue concedida una oreja le siguieron pidiendo otra y así llegó la segunda. La cosa no se detuvo ahí porque continuaron agitando pañuelos y fue así como por primera vez se le concedió a un torero un rabo en la historia de la tauromaquia.
A ”Larita” aquello le resultó ofensivo y una vez el alguacilillo le hizo entrega del rabo, el novillero lo lanzó hacia el palco presidencial considerando aquello un escarnio en toda regla. Sobre este suceso el imaginario popular ha prodigado todo tipo de exageraciones. “Larita” incluso después del festejo quería agredir al presidente, un concejal del ayuntamiento de Jaén llamado Francisco Molinos.
Este hecho histórico de la tauromaquia que tuvo como escenario la plaza de toros de Jaén resulta desconocido para muchos aficionados la propia ciudad en que tuvo lugar. Y es que nada perpetúa el recuerdo de en los alrededores de La Alameda, de aquello que aquí se inició a modo de chanza y más de cien años después han conseguido en esta feria de San Lucas por partida doble dos matadores de toros: Curro Díaz y David Fandila” El Fandi”.
Foto: Valentín Molina
