El linarense Curro Díaz se marchó de vacío en su actuación de ayer en la Plaza de Las Ventas, primera de sus comparecencias en la Feria de San Isidro y con la que volvía de nuevo a los ruedos tras el percance que sufriera en la pasada Feria de San Jorge de Zaragoza.
Compartió paseíllo con Paco Ureña y López Simón frente a toros de Montalvo. Silencio y división de opiniones fue el resultado de su actuación.