Ya se le ha podido ver torear este año en Villacarrillo y en Linares, pero la realidad es que comienza oficialmente su temporada mañana sábado en la Plaza de Toros de Sabiote compartiendo un mano a mano con el diestro manchego Emilio Huertas.
Cinco años como matador de toros desde que tomase la alternativa en la Plaza de Cazorla en septiembre de 2012 con Juan José Padilla y David Fandila «El Fandi».
Hasta el momento Adrián de Torres es el último matador de toros que ha dado Linares y siempre ha mostrado su compromiso con la fiesta de los toros a través de la divulgación de sus valores entre los más jóvenes.
Tu quinta temporada como matador de toros. ¿Cómo la afrontas?
Con mucha ilusión y esperanza de que todo vaya saliendo bien. Hay varias posibilidades por delante para ir toreando este año, pendientes de confirmar todavía y por eso es importante que todo salga bien y así vayan fluyendo las cosas este año.
Te hemos visto recientemente en la provincia, haciendo doblete el mismo día, toreando un tentadero público y una clase magistral en Linares con la Escuela de Jaén, pero no de luces.¿ A nivel profesional qué te aporta esto?
Especialmente torear. No deja de ser torear, al fin y al cabo te estás poniendo delante de la cara del animal.
No te sirve evidentemente a nivel profesional para sumar contratos porque tal y cómo están las cosas hoy por hoy eso sólo te lo da Madrid. Pero si que es verdad que te sirve. Te sirve técnicamente, sigues cogiendo oficio. Si tienes la suerte de cuajar un animal, pues indudablemente te sirve moralmente.
Mirando atrás, hasta ahora ¿Qué balance haces de tu trayectoria como matador?
Ha habido cosas buenas, porque por ejemplo he podido torear en la feria de Linares y en la feria de Jaén, que son plazas de segunda. Y también lo he hecho en ciertas plazas de toros que por lo menos tienen su trascendencia aquí en la provincia: Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo o Sabiote.
También me quedo con la satisfacción de haberme encontrado con toros que han salido buenos y con los que yo me he podido sentir toreando.
A tu juicio ¿qué está pasando en Linares taurinamente, que ya no suena tanto cómo antes?
En primer lugar hay que tener presente el paro tan elevado que sufre Linares. Eso condiciona todo, porque ha transformado la ciudad ya que alegría de dinero no hay cómo si la hubo antes.
Y a nivel taurino, no es algo de ahora. Es algo que ha venido sucediendo en los últimos años. Aquí las entradas son bastante caras, y por lo que he comentado antes, hoy por hoy la gente de Linares no se puede permitir ir a los toros tan fácilmente como antes de la crisis. A eso se añade que es una plaza o una feria que no se trabaja, donde se ha puesto el cartel un par de semanas antes y eso es lo que había. O por ejemplo buscar toros para Linares con muy poco margen de tiempo, quince días antes en pleno agosto, como ha sucedido en alguna ocasión.
Quitando cuando ha venido José Tomás, que se han hecho las cosas de forma diferente, esto es lo que ha pasado aquí. Tampoco la Feria de Linares, en sí, es como antes.
Desde antes de tomar la alternativa, siempre te has caracterizado por acercar el toreo a la calle y especialmente a los niños.¿ Tienes previsto seguir haciéndolo?
Por supuesto. Porque el gran problema que tenemos es que mucha gente no conoce esto y habla sin saber.
Falta información y conocimiento.Por eso a los niños hay que darles la oportunidad de pequeños de conocer esto y explicarles. Luego ya serán aficionados o no, pero por lo menos que tengan esa oportunidad de conocer y además lo bueno es que los niños prestan atención por eso precisamente, porque les llama la atención. Es fundamental enseñar cómo es el toreo.
Yo lo he hecho varias veces en el colegio donde estudié, «La Presentación» y con un colegio de Santa Elena. He tenido ocasión de llevarlos al campo y que conozcan de verdad cómo es el toro y su cría. Que se sepa el cómo y el por qué. Que conozcan de dónde viene todo esto.
Es en definitiva la filosofía de Víctor Barrio: «La Tauromaquia, más que defenderla hay que enseñarla». Y así es.
Fotos: Rodríguez