El pasado 7 de octubre el Parque de La Alameda de Jaén se inauguraba tras su remodelación, siendo rebautizado como «Alameda Adolfo Suárez» en recuerdo del que fuera Presidente del Gobierno de España.
Se trata del parque más antiguo de la capital y al mismo tiempo el más emblemático, acogiendo en su entorno el Convento de Las Bernardas, el Auditorio, la Plaza de Toros, el Colegio Jesús María y los restos del que fuera en su campo hípico.
Y tan sólo cuatro meses después de su inauguración ya ha sido víctima del vandalismo, en este caso antitaurino. Por desgracia, la Plaza de Toros de Jaén sufre de forma constante pintadas ofensivas en casi la totalidad de su edificio, las cuales al llegar la Feria de San Lucas se intensifican más aún llevando al conserje de la Plaza a limpiar continuamente dichas pintadas y a la propiedad de la Plaza a sufrir ataques reiterados en los exteriores del inmueble durante los días que dura la Feria.
Por desgracia, a poco de haberse inaugurado el parque, el vandalismo antitaurino hizo acto de presencia y sin respetar el patrimonio, el urbanismo, ni una obra que ha tardado bastante más de la cuenta en poder culminarse, las baldosas del suelo que da acceso a una de las puertas de los tendidos de sombra han sido objeto del ataque de los enemigos de la fiesta de los toros. No se trata de arte urbano ni gamberrismo: es vandalismo puro y duro.
Esas pintadas aparecieron al poco de inaugurarse el Parque y desgraciadamente,por el momento, no han podido ser eliminadas.