Plaza de Toros de Jaén. Sábado 17 de octubre de 2015.
Cinco toros de Torrestrella y uno de El Cotillo, lidiado en quinto lugar.
Un cuarto de plaza en tarde muy desapacible, incluso lloviendo de forma intermitente a lo largo de la tarde.
José Carlos Venegas (Grosella y oro): Oreja y dos orejas
Adrián de Torres (Azul cielo y oro):Ovación con saludo y ovación con saludo tras aviso
Javier Jiménez (Blanco y oro)Saludos y palmas
Se desmonteraron «Lipi» en el tercero, y Joselito Rus y Tito en el quinto.
Del calor socofocante y achicharrante de la mañana a la lluvia cansina y el frío peligroso con el que acabó la noche, una vez mas en Jaén se cumplió esa norma no escrita que dice que habiendo toros en el Coso de La Alameda tiene que llover sí o sí. Y sucedió. La afición de Jaén tiene ese mérito de esperar hasta el final de temporada para ver toros en su ciudad y cuando llega la ocasión tener que soportar los caprichos de la naturaleza y acabar viendo la corrida en «modo ascensor» o lo que es igual, estar todo el festejo subiendo y bajando por los tendidos según esté lloviendo.
La corrida anunciada de Torrestrella se lidió en casi su totalidad a excepción del que hacía quinto, que llevaba el hierro jiennense de «El Cotillo». Un encierro bien presentado donde hubo toros importantes.
José Carlos Venegas se llevó el lote y por ende, la tarde. Lanceó con buen son a la verónica al primero, llevó al caballo al toro por tafalleras e inició su faena de muleta por «Veneguinas», de su invención y que precisamente fuera en la Plaza de Jaén donde estrenó esta vistosa puesta en escena hace algunas temporadas. Entendió a su toro, con mucho motor y que se desplazaba con ritmo en ambos pitones pero cabeceaba siempre al final del muletazo, desluciendo a veces el trazo.Mejor por el izquierdo. Mató de pinchazo bajo.
Importante toro el cuarto, donde Venegas sacó a relucir toda la dimensión de su toreo. Reposado y asentando zapatillas cuando tocaba, valeroso siempre, y las manoletinas de epílogo para terminar de abrochar una faena donde José Carlos brindó muletazos templados y muy largos. Una media fulminante y efectiva le valió dos orejas y así Venegas conseguía por tercera vez como matador abrir la puerta grande que da acceso al Parque Felipe Arche.
Debutaba el linarense Adrián de Torres y había interés por ver torear a este diestro, que hasta el momento ha toreado muy poquito. Su falta de rodaje como matador la suplió con toda la voluntad del mundo.Con menos opciones en el segundo de la tarde, el quinto- del Cotillo- si ofreció mejor juego y posibilidades. Adrián con este toro consiguió destacados y terminó con un arrimón importante. La espada se llevó sus opciones de premio.
También se presentaba el sevillano Javier Jiménez. El primero de su lote se vino abajo pronto, sin ofrecerle otras posibilidades que algunos pases sueltos. Diferente el sexto, al que recibió con una larga cambiada y tras lancear a la verónica remató soltando el capote a una mano mirando al tendido al más puro estilo «Espartaco». El sello «espartaquista» se nota en su toreo.
Con este toro Jiménez mostró su dimensión y conocimos a un torero con mucha raza, aunque quizás demasiado acelerado.
