Plaza de toros de Jaén. Coso de La Alameda
Dos tercios de plaza. Tres toros de Román Sorando (1°, 2° y 6°) y tres de Benjumea (3°, 4° y 5°),
Juan José Padilla,(Lila y oro) oreja y oreja tras aviso
David Fandila «El Fandi», (Azul pavo y oro) silencio y oreja con fuerte petición de la segunda
José Carlos Venegas (Blanco y oro), oreja y silencio tras dos avisos.
Se conmemoraba el 50 Aniversario de la inauguración oficial.
Clamor en la plaza al abandonar Juan José Padilla la misma a hombros, portado por sus propios compañeros camino del Parque Felipe Arche escoltado por los alumnos de la Escuela Taurina de Jaén. Punto final a una temporada tan especial como ha sido esta de 2012 en la que reapareció tras el fatídico percance de Zaragoza hace ahora justo un año.
Los jiennenses se volcaron con Padilla toda la tarde desde que tras romperse el paseíllo le hicieran salir al tercio a saludar y él mismo invitase al resto de la terna a hacer lo propio. Así fue el prólogo de una corrida especial como fue la de ayer, pues no olvidemos, ha sido el único festejo mayor de una Feria de San Lucas que taurinamente se ha salvado en el último momento y a ello hay que añadir que se trataba de una fecha especial como era la del cincuentenario de la inauguración de la Plaza. La efeméride, no es que pasara de puntillas por la tarde, es que no hubo siquiera un mínimo de sensibilidad para realzar tan señalado momento.
Y como Jaén es Jaén, no faltaron dos situaciones casi inherentes al carácter y la historia de esta plaza: la amenaza de lluvia,que la hubo, y el baile de corrales al que estamos acostumbrados casi todos los años. Al encierro inicialmente anunciado de “Torrehandilla” reemplazaron seis ejemplares – tres y tres- de los hierros de Román Sorando y Benjumea. Así pues, corrida variada de capas, hechuras y evidentemente juego más desigual.
Mucho mérito el de Juan José Padilla, que de Olivenza a Jaén ha firmado una temporada repleta de lucha, tesón y sacrificio. Hiperactivo y entregado, aprovechó las vrtudes de su primero y tiró de garra en su segundo, donde no escatimó hacer un esfuerzo con tal de sobreponerse al protestón que hacía cuarto. Entrega total.
“El Fandi” por enésima vez se metió en el bolsillo al público de Jaén, plaza que parece el patio de su casa por la facilidad con la que aquí se desenvuelve. Pocas opciones con su primero donde todo lo puso él, pudiendo cortar un trofeo que quedó en nada por el fallo con la espada. El quinto, el toro mejor de la corrida, fue un material propicio para formar un alboroto. Explosivo en banderillas, donde llegó a poner un cuarto par, al natural consiguió muy buenos que fue intercalando con molinetes y demás recursos. Un solo trofeo pese a la insistente petición del público transformada posteriormente en una tremenda bronca al Presidente.
Venegas se encontró a un toro complicado, el tercero, que ya en el capote evidenció problemas de visión. Con la muleta, al natural, toreó con mucha profundidad dejando destellos de su toreo. En el sexto apostó fuerte con la muleta en la puesta en escena por “Veneguinas”, un inicio de faena de su invención consistente en clavar el estoque en el centro mismo del ruedo, echarse la muleta atrás y citar al toro para instrumentarle una bernadina sin ayuda, cambiando el viaje del toro en el último instante cuando ya este se ha arrancado. Con ello Venegas consiguió enganchar a los tendidos.
Ante la inviable ligazón en la embestida apostó el de Beas por el toreo de cercanías y se pegó un arrimón de campeonato. Este torero se los pasa muy cerca y hace que el tendido se convierta en un ¡uy! constante. Se alargó en exceso y le enviaron un aviso. Con la espada encontró hueso sucesivamente y se le fue el triunfo.
