Jaén Taurino

El Planeta de los Toros desde Jaén

Noticias

Inicio de la temporada taurina por todo lo alto en la capital

Plaza de toros de Jaén. Coso de La Alameda.

Más de tres cuartos de plaza (7.000 espectadores) en tarde desapacible. Novillos de María Guiomar Cortés Moura (1º), Moreno Pérez Tabernero(2º), Fermín Bohórquez (3º), Guadalmena( 4º ,5º y 6º BIS), Cortijo de la Sierra (6º) y Herederos de Flores Albarrán (7º). Fue premiado con la vuelta al ruedo el primero de la tarde “Botelha-6”

Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la Dana de Valencia.

DIEGO VENTURA Dos orejas y rabo
ENRIQUE PONCE Dos orejas
TALAVANTE Dos orejas y rabo
EMILIO DE JUSTO Dos orejas
MARCOS LINARES Dos orejas
OLGA CASADO Dos orejas tras aviso
ALFONSO MORALES Ovación tras aviso

Con una gran bandera de la Comunidad Valenciana presidiendo el centro del ruedo bajo la leyenda «Jaén con el pueblo de Chiva» se inició la temporada en la provincia en este festival benéfico organizado por Enrique Ponce para recaudar fondos para ayudar a los damnificados de la tragedia de la Dana en su municipio natal.

Gran entrada en el Coso de La Alameda, con más de siete mil almas aproximadamente para respaldar esta causa taurina y solidaria. Huelga decir que este festejo ha sido lo que mayor número de público ha congregado durante todo el puente de Andalucía en la capital. El dato es significativo, una vez más, porque evidencia el tirón que tiene la tauromaquia en esta tierra.

Diversidad de hierros ganaderos para la ocasión, con ejemplares de hasta siete ganaderías distintas con variedad de encastes en el orden de lidia

Tras el paseíllo y los regalos de cortesía abrió plaza un ejemplar de María Cortés Guiomar de Moura para el rejoneador Diego Ventura que volvió a firmar una actuación vibrante en esta plaza, destacando en el tramo final con ajustadísimos pares de banderillas cortas y las rosas. Premiado con los máximo trofeos, también se le concedió el premio de la vuelta al ruedo a su oponente

Enrique Ponce se despidió de la capital con este último paseíllo, el número cincuenta y dos de una amplísima trayectoria que lo sitúa en el torero que mayor número de veces ha toreado en la ciudad de Jaén a lo largo de toda la historia.

Lidió el novillo de Moreno Pérez Tabernero, divisa del campo bravo de Jaén inédita en esta plaza hasta la fecha y que trajo a Jaén un animal interesante, que permitió a Enrique Ponce decir adiós con dignidad a “su” plaza de Jaén, toreando especialmente por el derecho a placer por sus embestidas enclasadas. Puso el epílogo con una final de faena marca de la casa, con el toreo genuflexo haciendo alarde de su dominio y de un condiciones físicas – porqué no decirlo- envidiables para un torero tan veterano como él.

Paseó dos orejas por el ruedo jienennse acompañado de la bandera de Valencia y flanqueado por el pequeñito alumno de la Escuela de Jaén, Alberto Centeno al que Ponce le permitió pegar dos pases de salón y el de pecho en el mismísimo centro de la plaza de Jaén recogiendo Ponce en su despedida una cariñosa y emotiva ovación. La imagen, llena de simbolismo: el maestro que se va y el niño que sueña con ser torero…

Talavante. El ejemplar de Fermín Bohórquez lidiado en tercer lugar disparó la báscula, llegando a pesar 540 kilos. Con él Talavante no se dio mucha coba. Animal brusco, que embestía dando arreones, cabeceando y descompuesto. Se lo quitó pronto de un espadazo efectivo.

Faena maciza de Emilio de Justo con el cuarto de la tarde, de Guadalmena. Previo a ello con el capote dejó un quite por chicuelinas, y ya con la muleta fue construyendo una faena merced a las posibilidades del animal y basada principalmente por la mano derecha dejando muletazos mandones y profundos, si bien a partir del tercer muletazo al animal le costaba tener continuidad. Por la izquierda en su primera tanda logró naturales sobresalientes, de bella factura en el trazo del muletazo y ejecutados de uno en uno dándole al novillo su tiempo entre muletazo y muletazo. Cuando quiso repetir por ese pitón el novillo no consentía y derrotaba.

Alargó el final de su actuación quizás en exceso, toreando al natural por la derecha desprendiéndose del ayuda para concluir con unas manoletinas. Dejó una estocada entera.

Había expectación e ilusión por ver a Marcos Linares. En esta plaza tomó la alternativa y a ella volvía ya como matador de toros. Desde entonces ha pasado un año y cinco meses en los que su nombre no aparecía en los carteles, por eso este festival era una oportunidad importantísima para reivindicarse y salir del ostracismo. Y Marcos Linares lo aprovechó, tenía que ser así.

Procuró estirarse a la verónica en el capote con el colorado de Guadalmena en el recibo, pero el animal no terminaba de entregarse. Quiso tirar de raza y pundonor realizar sendos quites al llevar al novillo al caballo, primero por chicuelinas y luego por delantales. Cuando tomó la muleta tuvo ante sí un novillo exigente, por momentos correoso. Con él, Marcos mostró sus cartas y consiguió momentos importantes por ambos pitones, haciendo un toreó que caló en los tendidos. Fue premiado con las dos orejas, saboreando en la vuelta al ruedo este éxito que para él significa mucho.

A la novillera madrileña Olga Casado cuando recibía a su novillo en lances rodilla en tierra el animal se lesionó y hubo de ser devuelto. Llevaba el hierro de Cortijo de la Sierra, ganadería que inicialmente no estaba anunciada en el cartel pero que deriva de la ganadería de Rocío de la Cámara. Fue reemplazado por un sobrero de Guadalmena al que recibió con gusto con el capote y remató con una media de rodillas que provocó un olé atronador en los tendidos. Después realizó un quite de frente por detrás con el que puso en evidencia su capacidad y recursos.

Tras brindar a Enrique Ponce protagonizó una faena excesivamente larga ante un novillo al que le faltó transmisión. Hasta tres veces la Filarmónica repitió el pasodoble ‘Cielo andaluz‘ mientras Olga Casado andaba con torería en la cara de un novillo que embestía sin celo, se distraía y no terminaba de entregarse. Olga Casado cayó bien al público jiennense que le premió con otras dos orejas

Y cerraba el cartel el novillero de la capital jiennense Alfonso Morales, alumno de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén que tuvo el privilegio de torear junto a las figuras del toreo. Puso fin al festejo con un novillo que lucía el hierro de Herederos de Flores Albarrán, casa donde precisamente Alfonso Morales ha tenido oportunidad de forjarse en numerosos tentaderos de forma que estaba habituado a este encaste y así lo evidenció en su importante actuación porque lo supo entender y hacerle las cosas bien.

Animoso y lucido con el capote, brindó a Enrique Ponce y Juan Carlos Toro, directivo de la Escuela. Alfonso Morales estuvo solvente y volvió a poner en evidencia en las grandes condiciones que atesora ante un novillo que al principio no se cansaba de embestir, pero luego acabó distrayendo a la salida de los muletazos. La pena fue que Alfonso Morales se atascase con el descabello de forma sucesiva y finalmente no recibiera un premio mayor, pero a ojos de todo Jaén ahí quedó su toreo. El de un novillero de la capital que quiere ser torero y es capaz de hacer el toreo como se le vio en la plaza de toros de su tierra.

Al final, objetivo cumplido. Magnífica respuesta de un público que acudió a la llamada del toreo para ayudar a los más necesitados y a pesar de un tiempo ciertamente desapacible y gélido en su final arropó a los toreros.

 

 

Please follow and like us:
Pin Share
RSS
Follow by Email