Plaza de toros de Santisteban del Puerto. Última de la feria de Pascuamayo.
Media entrada. Seis novillos de El Cotillo (1º y 6º), Hnos Collado Ruiz (5º) y Guadalmena (2º y 3º).
NEK ROMERO | Verde botella y oro | Oreja y oreja tras dos avisos |
MARCO PÉREZ | Rosa palo y oro con cabos negros | Dos orejas tras aviso y oreja con fuerte petición tras aviso |
JAVIER ZULUETA | Capote y oro | Oreja y oreja tras aviso |
Tres novilleros ilusionantes que están llamados a ocupar un lugar destacado en el futuro de la fiesta de los toros conformaban el cartel con el que Santisteban del Puerto ponía el punto final a su extenso ciclo de Pascuamayo.
Nek Romero, Marco Pérez y Javier Zulueta. Los tres nombres propios del festejo de hoy, un cartel que bien se podía haber anunciado en cualquier feria importante de España porque precisamente son tres de los novilleros más destacados y con ambiente del escalafón actual.
El valenciano Nek Romero – con raíces jiennenses de Villanueva del Arzobispo- se encuentra descontando el tiempo que le queda para convertirse en matador de toros. Hoy ha demostrado ser un novillero cuajado y solvente, además de valentísimo. Su toreo en cercanías así lo demostró. Pero es que además también tiene capacidad para arrear y conecta fácil con los tendidos. Domina la puesta en escena y sorprende, porque tan pronto es capaz de cerrar una faena con bernardinas – lo que hizo en su primero- como se planta a pies juntos y rescata del olvido el «cartucho de pescao» tal y como hizo en el inicio de faena del cuarto. Cabe destacar una tanda de circulares invertidos de rodillas que conmovió a la plaza porque hizo algo que es muy difícil y ahí Nek Romero tiró la moneda al aire para terminar una faena en la que se pudo ver la dimensión de valor que tiene este torero.
Marco Pérez arrolló e impactó. Tiene una capacidad innata para estar en la cara de los animales, resuelve fácilmente, compone la figura con enorme empaque y encima torea soberbio. Tan sólo le falta medir un poco la duración de sus faenas porque en ambos se hinchó de torear y al final, se pasa y llegan los avisos. Pero independientemente de eso, que se podrá corregir, lo que ha que destacar es cómo estuvo ante el quinto, que por hechuras y trapío era un toro. Un castaño bastante grande del hierro de El Cotillo, que hacía más pequeñito aún a Marco Pérez. Y no sólo lo entendió y le hizo de todo, sino que le pegó una estocada en su sitio cuando era precisamente lo que parecía imposible.
El palco sólo le premió con una oreja, mientras la plaza le pedía con insistencia la segunda y finalmente se oyó una bronca sonora al palco presidencial.
Y Javier Zulueta cerraba el cartel. El sevillano tiene un corte magnífico. Hace las cosas despacio, con torería. Lancea con empaque a la verónica, torea con clase y se le pudieron ver varios muletazos en sendos novillos de mucha calidad. Digna actuación en Santisteban del Puerto.
Hay que destacar el juego del ganado lidiado, que ofreció una tarde interesante, pero sobre todo su presencia ya que hubo novillos de mucho cuajo y volumen. Los mayorales de las dos ganaderías anunciadas acompañaron a la terna en su salida a hombros. Y como curiosidad la tarde dejó varios brindis entre toreros: Nek Romero brindó su primer novillo al banderillero José Antonio Prestel y Marco Pérez hizo lo propio con su compañero Javier Zulueta en el segundo de la tarde. Bonito gesto en ambos casos.
Foto: Juan de Dios Gómez