Los jóvenes vienen arreando
Plaza de Toros de Jaén. Coso de La Alameda
1ª Corrida de Abono. Un tercio de plaza.
Ganadería: Arucci.
Toros grandones, bien presentados pero sin fuerza.
Fermín Bohórquez: Silencio y silencio
Joao Moura (hijo):Oreja con petición y oreja
Leonardo Hernández (hijo):Oreja y ovación
La elegancia de Moura hijo reflejada en el más clásico rejoneo portugués t el temperamento de Leonardo Hernández regalaron ayer una tarde vibrante en la apertura de Feria.
Se jugó un encierro de Arucci muy gordo, con tendencia a pararse, llevándose la cruz Fermín Bohórquez al corresponderle el peor lote. Entre lo frío que resultó su primer toro y no lograr acoplarse al cuarto, poco pudo hacerle jerezano. En cambio, los hijos de Moura y Hernández lograron momentos de gran altura.
El joven luso destacó por su toreo de costado y la facilidad para clavar el rejón, unido a una tranquilidad pasmosa. A sus diecisiete años pisa firme unos terrenos que le hacen seguir la estela de su padre, el gran Moura. Se podía haber llevado algún trofeo más, que sin duda el público solicitó con fuerza y la presidencia no concedió.
Y Leonardo Hernández hijo no se quedó cortó. Un rejoneador de una personalidad muy acusada que llega al tendido y hace subir el termómetro de la emoción. A resaltar lo lejos que colocaba a sus toros, para arrancarse desde las tablas y al llegar a la cara del animal arriesgarse y ajustarse en el quiebro. Algunas de sus piruetas nos recordaron a Álvaro Montes, el gran ausente.
En definitiva dos jóvenes que vienen arreando mucho con dos formas distintas de ejecutar el “arte de Marialva”. Hernández pudo salir a hombros, de no errar con el rejón de muerte. Se lo había ganado.
