Por José Luis Marín Weil
Con este mismo título publicó un artículo el periodista José Luis Moreno Codina -recientemente fallecido-en las páginas de Diario Jaén hace veintitrés años. Y lo recuerdo perfectamente como si lo hubiera escrito la semana pasada. Aquello se escribió en un contexto concreto: con motivo de la Feria de San Lucas de 98, que en lo taurino resultó impresionante porque aquel año se llegaron a anunciar once festejos por San Lucas, que se sumaron al resto de festejos que se anunciaron aquel año hasta alcanzar un total de diecinueve festejos taurinos. Sencillamente increíble entonces e impensable ahora.
En ese año 1998 la capital vivía una auténtica ebullición taurina. A principios de temporada se inauguraba la cubierta de la plaza de toros y en esa Feria de San Lucas la presencia de toreros jiennenses fue absoluta: Juan Carlos García se encerró en solitario con seis de Jandilla, Álvaro Montes tomaba la alternativa como rejoneador, Eduardo Ortega cortaba un rabo en la novillada de la “Mujer Jaenera” alternando con otros dos aspirantes de la provincia alumnos todos ellos de la recién creada Escuela Taurina de Jaén.
Fue la Feria en que “Rafaelillo” indultó al toro de Guardiola, Ortega Cano se retiró por primera vez del toreo y José Luis Moreno cortó un rabo el día en que debutó aquí “El Juli” poniendo el “No hay billetes”.
Todo aquello lo recuerdo casi con milimétrica precisión, porque esa temporada descomunal supuso para muchos niños de mi edad el enganche a la afición a los toros, creando toda una generación que pasado el tiempo nos hemos acabado convirtiendo en esa afición taurina militante y activa que aquí existe pero que en cambio parece invisible.
Y rememoro el titular de Moreno Codina a colación de algo que me hubiera gustado que hubiera sucedido y en cambio no ha ocurrido, porque visto lo visto parece que los grandes éxitos de nuestros toreros también resultan invisibles para algunos de nuestros políticos.
Por suerte Jaén es pródiga en gente talentosa a todos los niveles y en todas las esferas de la sociedad, y muestra de ello sin ir más lejos fue el acto celebrado recientemente de concesión de banderas de Andalucía a personas y entidades que engrandecen nuestro Jaén.
Me hubiera gustado que ese día entre los galardonados se hubiera tenido a bien acordarse de un jovencísimo novillero de Linares que ha logrado ganar el Certamen de Novilladas de las Escuelas Taurinas de Andalucía, marcando un hito histórico porque es la primera vez que un jiennense lo consigue en las veintiséis ediciones que lleva dicha competición, arrasando a su paso por ese ciclo al triunfar en todas sus actuaciones hasta entrar en la final, celebrada en Almedinilla (Córdoba) y en la que cortó cuatro orejas. Su nombre: Marcos Linares.
Una competición retransmitida por Canal Sur Televisión, con una difusión enorme. Y organizado entre la Asociación de Escuelas “Pedro Romero”, la radio televisión pública andaluza y la Junta de Andalucía a través de la Consejería de Gobernación. Y eso precisamente es lo que me entristece, que ni antes – en su momento- ni ahora con todos los honores, se haya tenido presente desde la Delegación del Gobierno de la Junta en Jaén el enorme mérito de lo conseguido por este joven linarense en la competición que la propia Junta de Andalucía organiza.
Me hubiera gustado, que al igual que sí hizo el Ayuntamiento de Linares hacia su joven paisano, el Ayuntamiento de Jaén hubiera tenido también un mínimo detalle hacia este novillero que ha estado durante cuatro años desplázandose semana a semana hasta Jaén para formarse como alumno de la Escuela Taurina de nuestra ciudad, implicando para ello a familiares, amigos y simpatizantes para poder llegar hasta aquí y luego regresar a Linares. Formándose como torero en el Coso de La Alameda cuando podía haberlo hecho en otras escuelas e incluso otras provincias.
Cuenta con unas cualidades sensacionales para un mundo tan complicado como es del toreo y tiene un futuro prometedor justo cuando la tauromaquia vive su momento más complejo porque la sociedad de nuestros días se encuentra inmersa en la incertidumbre constante de esta pandemia que nos acompaña desde hace un año. De momento sólo es un aspirante a seguir los pasos de los grandes toreros que ha dado Linares, cuyos nombres figuran por méritos propios en la galería de los jiennenses más notables de nuestra historia provincial.
Hoy que la provincia de Jaén cuenta con actores y actrices que triunfan en los Goya o cocineros que reciben la Estrella Michelín, que son distinguidos continuamente con merecidos galardones y sentidos homenajes desde las instituciones de esta tierra, quiero hacer un llamamiento y recordar también a nuestros toreros. Porque sus éxitos siguen pareciendo invisibles e intrascendentes a ojos de la sociedad jiennense si apenas tienen reflejo en los medios de comunicación de aquí y nuestra administración pública no tiene la sensibilidad de reconocer aquellos triunfos que lograron en el pasado o consiguen en el presente.
Porque créanme, abrir la puerta grande de Las Ventas y triunfar en todos los países taurinos del mundo no está al alcance de cualquiera. Y en cambio, hay jiennenses que lo han conseguido.
* Artículo publicado en la web www.enjaendonderesisto.es