Gracias abuelo por aficionarme a los toros.
Aunque no estés ya conmigo y te encuentres allí arriba te sigo teniendo presente cada día en lo más profundo de mi ser.
Gracias a tí soy lo que soy:un aficionado a la caza y a los toros.Gracias a tí soy un amante del campo en toda regla,un defensor al máximo de los animales.
Y sí,ya sé que puede resultar contradictorio esto que digo,pero tú sabes mejor que yo que es la pura realidad.Me enseñaste a respetar el campo y a cuidarlo porque si lo respeto y lo cuido sólo así seré capaz de disfrutarlo.
También me inculcaste la lectura.Ya con sólo tres años me quisiste regalar el mejor libro de toros, el de «El Toro Bravo» de Álvaro Domecq.Casi ná ¿verdad? Y a ese le siguió otro,y otro, y otro más, hasta formar esa pequeña biblioteca de libros taurinos que ya sobrepasan los ochenta libros.
En ellos y gracias a tí descubrí que la lidia es el arte de torear,y que se divide en tres tercios,como tres son los espadas que acuden a la cita de la muerte al igual que tres son los avisos que manda el presidente.Aprendí un lenguaje tan extenso y pintoresco como es el de los toros.Aprendí que Ronda es cuna del Toreo,que un percherón es un caballo y no un perchero muy grande y que Pamplona era una ciudad de España donde se sueltan toros por las calles,cosa que descubrí leyendo a un tal Hemingway.Me sorprendió mucho saber que antiguamente con un palo llamado garrocha se saltaba por encima de los toros,y eso lo descubrí porque un tal Goya lo dibujó,al igual que descubrí la poesía al leer como un hombre llamado Federico escribió unos versos llorando la muerte de un torero muy especial que se llamaba Ignacio Sánchez Mejías, y mira por donde gracias a Sánchez Mejías descubrí que hubo una generación de poetas en mi país que se les llamó «generación del 27».También descubrí que Picasso era un pintor,pero lo descubrí porque me resultó muy raro un traje que ví puesto a Luis Miguel Dominguín.
Y descubrí lo que es un enciclopedia al subirme en una silla y coger un libro de esos grandotes que había en lo más alto de la estantería, y que ponía en todos ellos «El Cossío».Maravillado en cada una de sus páginas,aprendí mucho leyéndolas, y conocí gracias a ellas y otro genial torero,Domingo Ortega a un «filósofo»,palabra muy rara para mí, y ese filósofo que dicen fue el más grande que ha dado nuestro país no era otro que Ortega y Gasset.Se le veía buen tipo a ese hombre en esa foto acompañado del torero Ortega del cual se cumplen sus cien años en estos días y de ese hombre gordito que escribió esa encilopedia y se llamaba Cossío.
Pienso abuelo,que eso si es un filósofo y no uno que ha salido en la tele esta noche en un programa de la 2.El elemento ese decía que quienes nos gustan los toros somos unos salvajes,unos bestias y lo peor de todo:unos incultos y analfabetos.
Me ha dolido mucho que un tipo que no me conoce de nada me llame analfabeto e inculto.Me ha insultado sin conocerme de nada y él no es quien para cometer semejante atropello.Pero en el fondo pienso que el más analfabeto, el más inculto es él porque no sabe que a cada barbaridad que suelta por su cosas somos nosotros, los «analfabetos» los que nos reimos porque él se rie de lo que nosotros sabemos que es su total ignorancia,que es no saber lo que se está diciendo.
Me da pena de lo equivocado que está el pobre hombre, que además de ser un ignorante es un verdadero maleducado,pues al bueno de Luis Corrales no le dejaba hablar, y al sabio de Gómez Pin, que ese si que es verdad que sabe,le ha secuestrado la palabra una y otra vez.En fin,ya sabes que para hacer el tonto siempre hay tiempo, y este hombre parece ser que le gusta hacerlo,ya no sólo soltando tonterías por su boca, sino acudiendo a la televisión con una camisa amarillo pollo y unos calcetines de rombo bien palurdos.
Y como la ignorancia mata,ese se ha matado a sí mismo mientras yo,como decían los versos de ese poeta que vivió durante un tiempo aquí en Jaén en tu misma calle…»como el toro,me crezco en el castigo» y por cada improperio que ha soltado más y más se ha fortalecido en mí la afición que en su día me transmitisté y he heredado de tí.
Nunca tendré suficientes palabras de agradecimiento al heredar de tí la afición y la pasión de la Fiesta de los Toros.Gracias a ello he vivido momentos sensacionales en el campo y en la plaza,he aprendido mucho de todo lo imaginable,he conocido gente buena y he ganado grandes amigos,y lo mejor de todo,gracias a los toros tengo una pedazo de novia.
