Como es sabido, en la Fiesta de los toros desde antiguo las decisiones del palco presidencial vienen simbolizadas a través de un pañuelo, que bien puede ser blanco, rojo, naranja, azul o verde. Precisamente el pañuelo verde es sinónimo de devolución a los corrales, de cambio de un toro por otro y un pañuelo verde en toda regla es lo que necesita la Fiesta de los toros de Jaén visto lo visto una vez se ha producido el cerrojazo a la temporada taurina. La cosa taurina en Jaén tiene cambiar.

  La afición, los que siguen habitualmente la temporada taurina dieron la espalda a los carteles de San Lucas y el público, el espectador excepcional que puebla los tendidos de la plaza no se entusiasmó con lo ofrecido y prefirió dejarse el dinero en una semana de feria antes que en las taquillas de la plaza y es que, si de algo se ha quejado todo el mundo ha sido el elevado precio de las entradas de los toros. Más dinero para las entradas y menos festejos que ofrecer. Y además, de nuevo sin precios para los más jóvenes: un niño de diez años paga igual que un señor de cincuenta y eso es lamentable.

  El ganado, como siempre. Pequeño, mal presentado y tremendamente mansurrón el domingo. Nuevamente baile de corrales quitando y poniendo toros de aquí y de allá. ¿Es normal que hayan saltado toros de hasta nuevo hierros distintos? Como de costumbre, llegó a Jaén lo que sobraba en el campo.

  De la labor de los diestros, ahí quedan orejas y salidas a hombros en algún caso excesivamente facilonas. La gente no puede pedir efusivamente un trofeo al Fandi tras un metisaca…La plaza de Jaén no puede ser una verbena en que todo valga. Un poco más de seriedad y sobre todo conocimiento sobre lo que se ve, por favor.

  Más que manifiesta la falta de diálogo o entendimiento entre empresa y propiedad, una empresa que no ha sabido hacer las cosas bien y una propiedad que prometió cubrir definitivamente la plaza. Algo por lo que la gente no para de preguntar en la calle y de la que mucho se ha hablado por haber podido disfrutar de una excelente temperatura, cosa tremendamente inusual aquí.

  Y por último, una falta de apoyo e interés total por parte del Ayuntamiento. No pido que den un solo céntimo a la feria taurina de San Lucas, porque aquí hay otras prioridades, pero si pido a cambio una mínima atención a la Fiesta de los toros en Jaén, porque ha sido vergonzoso como nuestro Ayuntamiento ha silenciado lo taurino en su programa de Feria, sin dedicar una sola línea. Como si aquí no hubiera toros. Y vergonzoso igualmente que por tercer año consecutivo no haya habido representación institucional en el Pregón Taurino que tuvo lugar en la plaza de toros, ese escenario cuya función principal es celebrar espectáculos taurinos y no poner pantallas gigantes para ver el fútbol. Que lo sepa usted señora Peñalver.

Publicado hoy en el diario Viva Jaén