Potaje de toros.
Plaza de Toros de Jaén. Coso de La Alameda. 2ª de Feria de San Lucas.
Un tercio de plaza en tarde muy agradable.
Dos toros de Rocío de la Cámara (1º y 5), dos de Mari Carmen Camacho (2 y 4º) y dos de Torreherberos (3º bis y 6º), uno de Cortijo de la sierra (3º devuelto) desiguales de presentación y juego.
Vicente Barrera, silencio y oreja. (azul celeste y oro)
Uceda Leal, oreja y palmas. (grana y oro)
César Jiménez, saludos y palmas. (grana y oro)
*Se guardó un minuto de silencio por Juan Posada. Saludaron en banderillas «Pirri» y Jesús Arruga, de la cuadrilla de César Jiménez.
Toros de cuatro ganaderías distintas han salido por los toriles del Coso de La Alameda en el día de hoy. Dos del hierro titular, otros dos de Mari Carmen Camacho, uno que fue devuelto con el hierro de «Cortijo de la Sierra», del que hasta entonces nadie había oído hablar, y por último dos toros de Torreherberos, estos últimos del campo bravo jiennense.
A priori el cartel era interesante para el aficionado y de antemano se sabía que muy poquita gente iría hoy a la plaza. Así ha sido. Trístisimo nuevamente el panorama que presentan los tendidos de la plaza de Jaén con más cemento que personal.
Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio por la muerte de Juan Posada, (cosa que yo mismo sugerí esta mañana en el sorteo) pero al no anunciarse por megafonía mucha gente no entendió el parón de las cuadrillas al romper el paseíllo ni el destinatario de dicho minuto de silencio.
Barrera toreó en Jaén en 1995 y no había vuelto hasta hoy. Mucho han cambiado las cosas desde entonces en la plaza en que ha hecho el paseíllo. Aquel día, con la última corrida de toros que se celebró con motivo de Expoliva hubo mucho más público que hoy.
Su primero fue un manso pregonao, que se dice. Que no quería nada de nada, huyendo siempre a tablas y desconcertando al matador. El otro fue otra historia, un toro que si se dejó, que permitió, que colaboró, como ahora se dice y Vicente Barrera una vez tomada la muleta inició su faena por estatuarios. A ello siguió un toreo muy vertical, estático y profundo. Nada que ver con el que abrió plaza. Gustó mucho su trasteo, muy largo por cierto, y finalmente paseó una oreja, bien es cierto que tras un pinchazo hondo y descabello.
Uceda Leal con el capote estuvo sensacional. Con la muleta toreó con mucho gusto y profundidad. También con mucha clase, que precisamente lo que le faltaba al segundo de la tarde, un toro noblón pero sin clase. Un espadazo le sirvió para argumentar que su faena y eso último eran motivo de oreja. Así fue, paseó una oreja, cosa que no pudo con el quinto donde esta vez no entró la espada, si bien, toreó igualmente con mucho mando y poder, aunque la cosa bajó de intensidad.
César Jiménez se marchó de vacío. Tuvo un buen toro de Torreherberos, el que sustituyó al devuelto tercero, que salió descordinado. Ese toro pedía sitio y acabó sacando peligro. La faena tuvo sus momentos, aunque a veces el trasteo por la velocidad del toro era algo rápido. Poco a poco se fue apagando.
El que cerraba plaza por momentos hizo que la faena fuera cogiendo algo de fuelle, pero al final la cosa se vino abajo. Los pinchazos acabaron emborronando lo que había hecho a sus dos toros.