En estos momentos tengo un enfado enorme, descomunal. Con la maleta hecha sobre la cama, todo preparado y listo para tomar un tren, en el último momento se me ha ido al traste mi intención de partir hacia Huelva para asistir por segundo año consecutivo al Curso «Toros por Derecho», que organizan Luis Cuadri, Fernando Guillén y Nacho Molina, estudiantes de Derecho.

Por motivos que no vienen a cuento, que como digo, son de ultimísima hora, me quedo sin disfrutar de aquello que me gusta en el ambiente en el que me muevo (el de la enseñanza del Derecho) rodeado de muy buena gente, como son mis amigos de Huelva.

El año pasado en un regreso de mi estancia Erasmus motivado únicamente por poder votar en las elecciones, me orienté de este curso y sin pensarlo dos veces me planté en Huelva, más solo que la una y totalmente a la aventura. Aquello mereció la pena y mi intención este año era lógicamente repetir.

Organizar algo, sea lo que sea, es complicado. Organizar algo taurino más aún, y hacerlo dentro de la Universidad se puede convertir en toda una proeza porque la mayoría de las veces no se cuenta ni con el respaldo suficiente para ello. Por eso, lo que se ha programado en Huelva tiene mucho mérito y más aún si se trata de una repetición.

Por las muchas horas que hay que echarle a esto, por las muchas gestiones de papeleo, llamadas de teléfono, presupuestos y demás, esto, como digo tiene mucho mérito.

Y seguro que será un éxito rotundo, como lo fue el año pasado. Quienes me conocen saben como me puedo sentir, tras haber estado planificando todo esto durante una semana. La ilusión que tenía por volver a Huelva y reencontarme con Luis, Fernando, Nacho, también Javier García Baquero, seguro que con mi buena amiga Conchita Rodriguez incorporada. Y por supuesto, con Sisi, Gracia, Pedrito, Iván, Alfredo, Pablo…gente buena donde los haya.

Os deseo toda la suerte del mundo, porque un esfuerzo así merece la pena, os lo digo de verdad. Envidio que podáis sacar adelante todo esto mientras me avergüenzo de la Universidad a la que pertenezco, culturalmente hablando, porque si pudieran ver el paraninfo de la Facultad de Derecho en estos días repleto de estudiantes con inquietud por el mundo de los toros, se les caería la cara de vergüenza al ver como han destrozado su propio ciclo taurino tras tres años consecutivos de actividad y éxito. Como se suele decir: tenemos lo que nos merecemos.

Desde aquí ánimo a todo aquel que le pille a mano Huelva, y especialmente su Facultad de Derecho, a que se pase y disfrute de la Fiesta de los Toros, en la casa del saber, que es la Universidad.