La Plaza llena, un toro a los corrales y un rabo regalado.
Plaza de Toros de Jaén. Coso de La Alameda
Lleno absoluto. Se colgó el cartel de “ No hay billetes”
Se anunciaba en el cartel la corrida de José Luis Marca, de la que finalmente sólo se lidiaron el 3º y 6º, siendo la mayoría de los toros de “Torrealta”.
Rivera Ordóñez: oreja y silencio (Corinto y oro)
David Fandila “El Fandi”: oreja y dos orejas y rabo. (Nazareno y oro)
Alejandro Talavante: palmas tras aviso y ovación con saludos tras aviso. (Malva y oro)
Para sorpresa de muchos se colgó el cartel de “no hay billetes”.Ese día se dieron cita en la plaza muchos o muchas queriendo ver al mediático Rivera. Muchísimos granadinos (pero muchos de verdad) y gente venida desde los pueblos de la provincia a ver al “Fandi” y por último, también muchos vinieron a ver el “efecto Talavante” en Jaén después del rabo de Linares y la tarde de Úbeda.
Hubo lleno en los tendidos con gente sentada donde no le correspondía, otros sentados en las escalerillas, muchos en los pasillos, otros de pie en los vomitorios y claro, el callejón rebosando. Ese día quien esto escribe acabó viendo la corrida detrás del trombón de la Banda Municipal de Música de Jaén, que a su vez tenía delante a un cámara de televisión (al que mandaron al tendido en lugar de permitirle quedarse en el callejón) que dicho sea de paso tenía a su derecha una viga que separa y soporta el tendido de la andanada. Total: Talavante quedo un poco inédito ante mis ojos porque sus faenas fueron realizadas en gran parte de ese espacio que no podía yo ver.
Un Rivera que pasó de puntillas, un “Fandi” que enloqueció a la gente y se le regaló un rabo por cuatro pares de banderillas y rematando todo ello la sensación del año que visto lo visto en Jaén, da la sensación de que aquí anduvo a medio gas, si bien fue entre otras cosas porque los toros a los que se enfrentaron carecían de eso y de muchas otras cosas.
La tarde destacó por que se llenó la plaza y ese lleno fue lo que justificó que se devolviera un toro por manso, esto es: el toro salió sin coger capote porque se le ponía el capote por delante y tiraba para el extremo opuesto del ruedo, y vueltas al ruedo si que dio el torete sin cansarse. Aquello parecía Fernando Alonso dando vueltas y más vueltas, pero resulta que en una de esa vio un capote y se enceló con él, como aquello le gustó volvió a repetir, y después otro y otro más pero ya era tarde porque cuando el toro se dio cuenta que él había salido a la plaza para embestir sobre el palco presidencial se dejó ver un pañuelo verde que metió de nuevo en los corrales el 4º de la tarde. Ni banderillas negras ni nada igual: al corral por manso (aunque luego se haya dicho que que por la mañana el toro no había gustado en el apartado y había dado problemas)
Al salir de la Plaza, uno de Granada le decía a otro por el móvil:
– La que te has perdio macho, la que te has perdio.¡Un corridón ¡