Por José Luis Marín Weil
Cuando el sábado se rompa el paseíllo en el Coso de La Alameda sería de justicia sacar al tercio a “Rafaelillo” y brindarle una ovación que se escuche hasta en el Gran Eje. Porque el cartel del sábado no sólo significa el debut de la ganadería de Victorino Martín en Jaén sino la vuelta a los ruedos de un torero tras un larguísimo período de recuperación. Pero no un torero cualquiera, sino un torero forjado y formado en la provincia de Jaén desde su niñez.
A nadie escapa que “Rafaelillo” lleva muy dentro nuestro territorio y se siente un jiennense más. Él mismo lo declaraba hace ahora una semana en la presentación de este cartel, pero no es la primera vez que lo reconoce así. No exagero si digo que cuando él toreé aquí el sábado, entre tanda y tanda de muletazos, si levanta su mirada hacia el tendido encontrará en él a muchas caras conocidas. Mi propio album de fotos de aficionado está lleno de fotos junto a él cuando era becerrista y actuaba de blanco y oro en La Carolina.
Villacarrillo, Santisteban del Puerto, Pegalajar, Segura de la Sierra, Villanueva del Arzobispo, Navas de San Juan o Úbeda son algunas de las plazas de esta tierra donde él ha toreado en todos los escalafones posibles. Y la capital también, por supuesto. Pero resulta paradójico en su caso que aquí no se haya prodigado mucho más ya que el sábado firmará en Jaén su cuarto paseíllo en esta plaza, donde se anunció por última vez en el año 2008 alternando con Juan José Padilla y Javier Rodríguez.
En aquella última tarde lidió precisamente toros del hierro de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas, la misma ganadería con la que protagonizó una de las faenas más vibrantes que los aficionados jiennenses recuerdan como fue el indulto al toro “Caribello”. De aquello han pasado veintitrés años, y en la memoria de muchos de quienes estuvimos ese día no se nos olvida lo que se ha acabado convirtiendo en una frase que suele repetirse cuando aquí se habla de toros: “la tarde en que Rafaelillo indultó al toro de Guardiola”.
Una de esas faenas que perduran en el recuerdo por su intensidad y la emoción con que la vivimos. Un torero de escasa estatura frente a un toro de enormes dimensiones, algo que prácticamente ha sido una constante en su carrera siempre.
Más de veinte años después de aquello vuelve a Jaén. Y lo hará con una trayectoria tremendamente honrosa en la fiesta de los toros. Atrás queda un largo calvario para volver a poner a punto uno de los motores más potentes del toreo, como es el de “Rafaelillo”. Volver a torear y anunciarse con los cárdenos de la A coronada, bien merecen la gloria.
El cartel que ha creado para la ocasión el artista villanovense Juan Ramón Marcos “Juanete” pone de relevancia que el sábado no sólo hay toros de Victorino en Jaén por Semana Santa, como siempre fue. Sino que vuelve a los ruedos “Rafaelillo”, y eso también es un acontecimiento.